Bienvenido a mi mundo
sábado, 24 de noviembre de 2012
Vivir (Akira Kurosawa, 1952)
Me convertí en un ferviente admirador de Akira Kurosawa después de ver "Los sueños" y sobre todo "Rapsodia de Agosto". Entonces pensaba que era su último cine el que lo había llevado a esos picos de excelencia. Pero no, no es así. Estaba totalmente equivocado. "Vivir" es del año 1952, contemporánea del primer cine de Bergman y del Neorealismo italiano.
La anécdota es muy sencilla, un funcionario público, acostumbrado a vegetar sin llevar adelante sus tareas, como todo el resto de la burocracia, política y laboral, no lo sabe aún, pero tiene un cáncer de estómago. A través de la relación con su único hijo, con sus empleados y con la gente que reclama por soluciones en vano, se va desarrollando el argumento de la película.
Por supuesto que el primer predicado es para qué "Vivir" así. Pero hay muchísimo más detrás de los diálogos y de las situaciones que se plantean en la película. Nos damos cuenta que muchas veces las mejores soluciones llegan de parte de quienes menos esperamos y de que no hay recompensa, ni en el cielo ni en la tierra. La única recompensa está en "Vivir". Pavada de mensaje. Y todo esto dicho con una película en blanco y negro con una fotografía bastante pobre. Akira Kurosawa pasa por encima de las trivialidades de los nacionalismos y costumbrismos para demostrarnos que el ser humano puede ir más allá de lo que está haciendo, claro que a veces es necesario que tome conciencia de su propia finitud, bien en seco, para decidirse a cambiar.
Sobre diez puntos esta película merece ciento veinte a mi parecer, así que un día que no tengan otra cosa mejor que hacer traten de conseguirla, no creo que se exhiba en cable, ni ahora ni en los últimos cincuenta años. Y después me cuentan.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario