Debo reconocer que mi desconocimiento de Sergei Paradzhanov es total. De no haber leído que se trataba de uno de los grandes maestros del cine jamás hubiera visto una película suya.
Nacido en Tbilisi, en ese tiempo URSS, hoy república de Georgia de familia armenia (en realidad su apellido es Paradzhanian), hizo sus estudios en Moscú y luego en Kiev (Ucrania) donde realizó sus primeros filmes.
Podemos decir que no fueron del agrado del regimen soviético. "Los corceles de fuego" premiada internacionalmente fue prohibida en la Unión Soviética.
Volvió entonces a Armenia, donde en 1968 creó su obra maestra, "El color de las cerezas", llamada originalmente Sayat Nova por el nombre del poeta armenio en el que se inspira la película. Tampoco esta vez consiguió agradar a las autoridades soviéticas quienes exigieron que se hicieran cortes y cambios en el film. A pesar de todo esto, tampoco la película reformulada fue aprobada.
La persecución de la que fue objeto Paradhzanov fue total, hasta que finalmente en 1973 fue arrestado y sentenciado a 5 años de trabajos forzados, bajo los cargos de homosexualidad y tráfico ilegal de íconos religiosos. Permaneció encarcelado durante 4 años hasta que por petición de artistas internacionales, principalmente Luis Aragón, fue liberado.
Sin embargo sus películas no fueron difundidas y permanecieron en el olvido. Recién en la década del 80 con los espíritus de renovación en las repúblicas socialistas soviéticas, Paradzhanov pudo volver a filmar.
Hasta aquí su historia.
¿Qué es lo que hay en esta película?. Se supone que es la vida del poeta armenio, pero no narrada como una sucesión de hechos históricos, sino a través de las visiones que impregnan su obra y la fantasmagoría de Paradzhanov. Se puede ver como una sucesión de imágenes maravillosas en las cuales la interpretación racional poco puede aportar. Es como las páginas de un sueño. A veces las imagenes se repiten, pero siempre son increíblemente maravillosas.
Entonces la película pasa por la infancia del poeta, los amores, su reclusión en un monasterio y finalmente su muerte.
Rescato la escena del monasterio cuando la iglesia se va llenando de ovejas. Debe haber al menos unas 300 ovejas girando apretujadas y formando figuras caprichosas con el monje al centro.
Sin lugar a dudas la película le debe mucho al surrealismo. Son escenas más cercanas a la pintura que al cine tradicional. Pero los colores son los del cine soviético, maravillosos granates y oros, púrpuras y toda la gama de celestes y azules.
Vean aquí una pequeña muestra:
El color de las cerezas
Sofiko Chiaureli, actriz georgiana, interpreta en esta escena los dos papeles, el del joven poeta y el de su amada.
Esta es una película que se aparta totalmente de los cánones habituales del cine. Es para disfrutar por las maravillas visuales y musicales. Pero si la van a ver deben verla deshaciéndose de prejuicios, ya que en cuanto intenten llevarla a la órbita de la razón va a perder totalmente la magia.
No puedo calificar una película de este nivel. Sería una presunción de mi parte.
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