"Ulzhan" es la epopeya del anti-héroe Charles (Philippe Torreton) que deja su ciudad natal ParÃs para internarse en Khazakastán, pero que contrariamente a lo establecido por los temas clásicos, no regresa a su hogar.
Charles deja su auto abandonado al borde de la ruta en medio de Khazakastán y prosigue su peregrinación a pie. En un hotel donde se detiene, se emborracha con un grupo de ladrones y putas que le roban el dinero y los documentos. Prosigue su camino y es detenido en las inmediaciones de una fábrica por sospechas de espionaje. Cuando llega la confirmación de su identidad, el policÃa le recomienda que viaje a Astaná, la nueva capital del paÃs, para gestionar un nuevo pasaporte. Como Charles dice que no lo necesita, el policÃa lo lleva obligado en un helicóptero.
Astaná luce como una ciudad de "La guerra de las galaxias", en medio de la estepa. Charles no va a durar mucho tiempo allà y después de presenciar un desfile de modas, finalmente prosigue su viaje. En el camino se detiene a hacer noche en lo que parece ser una granja abandonada. En medio de la noche aparece un motociclista, Shakouni (David Bennent) quien lo saca de su error. Es una antigua prisión del tiempo de Stalin camuflada para que los espÃas pensaran que se trataba de una granja. Al dÃa siguiente Shakouni le recomienda que se consiga un caballo, porque las montañas Khan-Tangri, a las que Charles se dirije, están realmente lejos.
En un pueblo Charles entra en una granja para comprar un caballo. La vieja dueña le dice que vaya a ver a Ulzhán, que está en el colegio, que élla se encarga de eso. En el colegio, Charles espÃa por una ventana y ve a Ulzhán (Ayanat Ksenbai) enseñando francés. Ulzhán finalmente le vende el caballo que Charles quiere, aunque en principio ese caballo no estaba a la venta y lo lleva al mercado para hacerle comprar algunas cosas que le serán necesarias en el viaje.
Charles prosigue su camino y Ulzhán lo acompaña, a veces escondida y a veces al lado suyo. Es como su ángel protector pese a sus protestas.
En el camino se vuelve a cruzar con Shakouni quien comparte su comida con él dentro de una construcción blanca que dice llaman iglesia. Shakouni ha conseguido los vÃveres como intercambio por la venta. Charles pregunta qué vendió y Shakouni contesta, dos palabras hindúes y una bengalÃ.
Es un vendedor de palabras.
En una tormenta de viento y polvo, el caballo de Charles huye y él se acurruca tapado con su abrigo. Allà lo va a encontrar Ulzhán medio muerto y en estado de shock. Ulzhán lo obliga a levantarse y lo lleva a un koljós abandonado. Antes, cuenta, estos lugares proveÃan trabajo y comida para muchas familias. Ahora están abandonados.
Por el camino se les une Shakouni quien ha vendido su moto. Juntos llegan a un lugar cercado con prohibición absoluta de pasar. Es donde se realizaban las pruebas nucleares y aún prosigue estando contaminado.
Charles traspasa los alambrados y corre adentro de la estepa radioactiva, Ulzhán lo persigue hasta que Charles cae del caballo. Ulzhán le dice que ahora comprende cuál es el objetivo de su viaje, es la búsqueda de la muerte.
En estas pocas palabras cuento una aproximación verbal al poema cinematográfico que el director Volker Schlondorff nos ofrece. Los mágicos paisajes de la estepa y de las montañas nevadas son como escenarios de sueños que nos llevan al interior del alma del héroe de la pelÃcula y hacen que ese viaje "loco", sea sinónimo de peregrinación y despojo de bienes y afectos. ¿Qué es lo que busca realmente Charles?, es el espectador quien tendrá que completar la respuesta. Con palabras o con emociones.
El guión del gran maestro Jean-Claude Carriere está plagado de interrogantes que el director transforma en imágenes como las de la cárcel, el koljós abandonado, la capital Astaná o el campo radioactivo. La inmensa dulzura que emana de la actriz khazaka impregna al personaje de Ulzhán de caracterÃsticas extra terrenales.
El espectador que busca acción no debe ver esta pelÃcula, lo va a decepcionar. En cambio si busca un bálsamo para las tormentas que asolan su alma, lo va a encontrar en Ulzhán.
Entrevista a Volker Schlondorff (en francés)
Nueve puntos sobre diez para este maravilloso poema cinematográfico.
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