"Corazón silencioso" (Stille hjaerte), es una película sobre una historia absolutamente introspectiva de una familia común en Dinamarca. Las hijas viajan hasta la casa de los padres para pasar con éllos el que será el último fin de semana de su madre.
El guión es de Christian Thorpe y la dirección del renombrado Bille August, el heredero de Bergman como se lo llamó en su momento. Pero en realidad este es su primer film introspectivo y la cámara ve a través de los personajes como a través de la casa.
Con poquísimas escenas en exteriores, "Corazón silencioso", está orquestada para espectadores intimistas, que gusten del conocimiento humano.
Esther (Ghita Norby), la madre, padece de un mal incurable que ya le ha dejado paralizados el brazo y la mano izquierdos. Según Poul (Morten Grunwald) que ha sido médico durante toda su vida, el mal avanzará rápidamente hasta dejar a Esther totalmente paralizada e impedida hasta de deglutir, lo que significará para élla subsistir en condiciones de vida artificial.
Esther no quiere eso para su vida y ha decidido, después de conversaciones con sus hijas y su marido, que ese domingo, después que se hayan ido todos, va a tomar una dosis de pastillas que le resultará mortal. Poul tiene previsto salir a dar una larga caminata después de dejar a Esther en coma, para que cuando vuelva ya sea imposible hacer nada.
Heidi (Paprika Steen), la hija mayor, apoya en todo a su madre y está decidida a hacer de ese su último fin de semana juntas, el mejor de sus vidas. Muy distinta es la visión de Sanne (Danica Curcic). Emotiva y temperamental, le confiesa a su pareja, novio o como quiera uno llamarlo Dennis (Pilou Asbaek), que una vez que su madre haya tomado las pastillas llamará a una ambulancia, para que impidan de alguna manera su muerte.
Dennis no está de acuerdo con Sanne, porque respeta ante todo la decisión de Esther.
Muchos, tantos como la vida misma, van a ser los conflictos que se planteen durante el fin de semana y hasta último momento el espectador no estará seguro del desenlace.
Espectacularmente narrada, "Corazón silencioso", no es una película que angustie o llene de dolor al espectador. Muy por el contrario, la misión de Bille August ha sido mantenerlo al margen de la historia, sin identificaciones probables, para solo mostrarle los conflictos que se desarrollan entre los seres humanos.
Magistrales actuaciones hacen de la contemplación del film un deleite más allá de lo puramente visual. Los actores son realmente los personajes y los personajes podrían abandonar la pantalla en cualquier momento.
Pero hay un tema que el director presenta al espectador como quien no quiere la cosa y que es el corazón de esta historia. ¿Tiene derecho un ser humano a decidir cuándo y cómo terminará su vida?.
¿Es la eutanasia en sí, el pecado absolutamente castigado por las sociedades occidentales?, o es un derecho inalienable de nuestra condición humana.
La pregunta queda dando vueltas en los corazones de los espectadores y dudo que alguien que no esté rebajado a la hipócrita condición de juez, pueda tener una respuesta.
Trailer subtitulado en castellano
Olvidé mencionar la magnífica banda de sonido de Annette Focks. Esta es una obra maestra del cine danés y quedará en los registros de la historia mundial. Es inútil mencionar una calificación.
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