Chris (Agyness Devn) es hija de un granjero escocés, John Guthrie (Peter Mullan). Es inteligente y planea seguir estudios para ser profesora.
Pero la vida le juega una mala pasada en la novela de Lewis Grassic Gibbon.
Su padre es severo y cruel con su hermano Will (Jack Greenlees) y su madre, recientemente madre de un par de mellizos, sufre por su falta de perspectivas. Se envenena y envenena a los bebés. Los hermanos menores de Chris son adoptados por una tía hermana del padre y llevados a vivir lejos de la granja.
Chris, ahora sola en la familia, debe ocupar el puesto de ama de casa. Will, cansado de los castigos de su padre, se va de la granja y finalmente llega un telegrama que se ha casado y embarcado en Southtampton para la Argentina.
Chris queda sometida al mal genio de su padre.
Chae Strantan (Ian Pirie) cae por el campo para pedir trabajo y se queda viviendo en el establo. El mal genio de John Guthrie le ocasiona un ataque cardíaco y queda parapléjico. Pero quiere seguir manejando la vida de su hija. Ella le deja una campana para que la llame cuando la necesite. Finalmente Chris se harta de oir la campana y se encierra en la cocina. A la mañana siguiente cuando abre la puerta ve el cuerpo sin vida de su padre que se arrastró desde el piso superior por las escaleras.
Una noche de tormenta, dos caballos huyen del establo y Chris los persigue hasta lograr detenerlos. Chae y otro campesino, Ewan Tavendale (Kevin Guthrie) la rescatan y la llevan de vuelta a la casa de Chae. La sientan al lado del fuego y a la mañana siguiente llevan los caballos de vuelta al establo y a Chris a su casa. Pero Chris se ha enamorado de Ewan.
Aunque él no tiene más que cien libras, Chris elige casarse con Ewan y que se haga cargo de la granja. Chris queda embarazada y llega el pequeño Ewan. De a poco van construyendo su estabilidad.
Pero el anuncio de que han entrado en guerra Alemania y Francia y están alistando a los campesinos perturba sus vidas.
Ewan no tiene ninguna intención de alistarse en una guerra sin sentido para él y su familia. Pero hasta el cura en la misa anuncia que hay que matar al anticristo kaiser alemán y que los cobardes que no se alisten es porque son amigos de los alemanes.
De cómo la guerra destruye la vida de quienes nada tienen que ver con los planes y objetivos de los poderosos. De eso trata "Canción del atardecer" y el mensaje de Terence Davies queda muy en claro.
Una película muy en la estética particular de Terence Davies. Con parlamentos casi teatrales. Con una fotografía radiante y oscura al mismo tiempo.
No creo que todos los espectadores vayan a disfrutar de este bello film, pero que bien vale la pena de ser visto.
Trailer subtitulado en castellano
8 puntos sobre 10 es mi calificación para este impactante film.
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