Elena (Kasia Smutniak) y Antonio (Francesco Arca) no tienen absolutamente nada en común. La primera vez que se encuentran es a raíz de una discusión en una parada de autobus, donde ambos se insultan mutuamente y hasta casi llegan a las manos. Pero resulta que Antonio está saliendo con Silvia (Carolina Crescentini), la mejor amiga de Elena y entonces vuelven a encontrarse en una reunión.
Elena no puede evitar el rechazo que siente por Antonio, el perfecto machista, rascista y corto de entendederas.
Fabio (Filippo Scicchitano), el mejor amigo gay de Elena, que comparte el departamento con Silvia, no puede entender qué es lo que Silvia le ha visto a Antonio.
Pero Antonio empieza a seguir a Elena. Hasta que consigue llevarla al taller de autos donde trabaja. No pasa nada, pero ambos comprenden que se atraen mutuamente.
Aquí la película salta 13 años y vamos a ver como ambos, matrimonio al fin, discuten por todo. Elena y Fabio han puesto un resto bar en lo que era una estación de servicio para carga de combustibles abandonada y les ha ido muy bien. Tanto que es Elena quien mantiene a Antonio.
Un día, la tía de Elena (Elena Sofia Ricci), una extravagante mujer que aparece y desaparece cada tanto para mayor enojo de la madre de Elena (Carla Signoris), la invita a ir a un spa y después a la consulta médica con un especialista en mamas. Elena se hace el chequeo de rutina y los estudios revelan múltiples tumores en ambos senos.
Allí comienza el vía crucis para Elena. De ser una mujer supuestamente sana, pasa a tener que sufrir los efectos médicos de la enfermedad. La quimioterapia destruye lo que el cáncer no ha podido.
De allí el título de esta hermosa comedia-drama de Ferzan Ozpetek. "Abrocharse los cinturones, que hay perspectiva de turbulencias". Y de muerte.
Cuando ya parece que todo está terminado, después de la muerte de Egle (Paola Minoccioni) la dinámica compañera de desgracias de Elena, el director da una brillante vuelta de tuerca y comienza a narrar detalles de lo sucedido durante los trece años perdidos. Y da comienzo a la verdadera riqueza de la película, su lado emotivo y cómico a la vez.
No creo que quede algún espectador decepcionado. En todo caso la recomiendo con los ojos cerrados, levanta los ánimos más caídos por la edad y la temperatura ambiente.
Trailer con subtítulos en italiano
Ocho puntos sobre diez para esta magnífica tragi-comedia del director turco Ferzan Ozpetek.
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