Lucie y Helene han sido amigas desde la infancia. Ahora temen afrontar la crisis de los 30 años cuando sus relaciones de pareja colapsan.
Helene debe viajar a la Costa Azul para alquilar una casa de veraneo e invita a Lucie para que la acompañe.
Lucie está encarnada por Geraldine Chaplin y Helene por Dominique Sanda.
Con estas dos maravillosas actrices y un libro más que interesante, Michel Deville construye una hermosa película sobre la relación de las dos amigas entre los paisajes de la Provenza.
Recuerdos, hechos imaginados y pesadillas afloran a la memoria de las dos amigas durante ese fin de semana y así son vividos por una cámara inteligente, que sin mantener una relación demasiado íntima con las dos actrices, registra todas las emociones que pasan por sus cuerpos.
Hay momentos emotivos, momentos cargados de erotismo y momentos tremendos, como cuando Lucie narra la violación de la que fue objeto. La cámara sigue de lejos el paseo de las dos amigas por la campiña mientras el sonido narra en tiempo real lo que Lucie está contando a su amiga. Sublime momento del cine.
Una película muy "dulce" para ver, haciendo mención a su título, sin crispaciones ni histerias.
Vayan 9 puntos para "El dulce viaje".
La escena de la violación
Si no la encuentran no desesperen, ya aparecerá alguna copia en internet.
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