Una historia moral. Para los tiempos que corren a algunos les podrá parecer demasiado moral. Habrá quien comente que ya es anticuado presentar un dilema de este tipo para espectadores que están acostumbrados a ver en la vida real peores cosas pasar por habituales.
Sin embargo, la verdadera riqueza de este film está en cómo el director eligió contar la historia. Sobre la novela de Herman Koch, el director escribe un magnífico guión que se adapta perfectamente al estilo que eligió para su película.
No es una historia simple. Hay muchos flashbacks y escenas que se repiten ampliándose para la comprensión fílmica del espectador.
Dos adolescentes en tono de burla, prenden fuego a un cajero automático donde se ha instalado una vagabunda. La vagabunda muere quemada entre las llamas.
Son los padres de estos dos adolescentes, los que se reúnen para cenar en un restaurant 5 estrellas.
Ellos, Paul (Steve Coogan) y Stan (Richard Gere) son hermanos y hay múltiples competencias entre ambos. La esposa de Paul, Claire (Laura Linney), tiene muchas historias escondidas detrás de su afabilidad y, no sabemos porqué, en su mayoría escondidas para su marido. La esposa de Stan, Kate (Rebecca Hall) es su segunda esposa. La primera, Barbara (Chloe Sevigny) lo abandonó hace algunos años cansada de sus aventuras y de su estilo de vida.
Los diálogos no tienen desperdicio, entrevemos alguna enfermedad mental en alguno de los caracteres, pero no entendemos claramente en cuál de éllos. La mentira normalmente esconde un profundo desorden mental.
Y este es el dilema que la película plantea a los espectadores con total desvergüenza. ¿Puede un desorden mental justificar un asesinato?, ¿es que todo está permitido para los miembros de la clase dirigente?.
Las desavenencias entre los hermanos quedan en evidencia desde el primer momento. Las respuestas de Paul, que confunden toda la realidad y echan a perder la mejor de las intenciones, en realidad están ocultando una profunda paranoia que lo acompaña desde su más tierna infancia.
Por otra parte Stan, quien plantea develar todas las mentiras y hacerse cargo de las situaciones, no encuentra quién lo acompañe en su cruzada.
El espectador se va a ver envuelto en una andanada de historias sin resolver que tienen su punto cumbre en la visita de los hermanos al campo de batalla de Gettysburg, una batalla de la guerra civil que pudo cambiar el curso de la historia de los Estados Unidos.
Excepcionales son el montaje, la fotografía y los movimientos de cámara que el director pone en marcha para exacerbar las emociones.
Trailer en inglés
Ocho puntos sobre diez para está magnífica historia donde la ética brilla por su presencia o más bien por su pretendida ausencia.
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