La directora alemana Jeanine Meerapfel, se animó a afrontar la historia de la dictadura militar argentina de los años 70. Para ello contó con un prodigioso guión escrito por el prestigioso escritor argentino Osvaldo Bayer, Alcides Chiesa, la directora de cine polaca Agniezka Holland y la misma Jeanine Meerapfel.
La historia cuenta la amistad entre Raquel (Cipe Linkovsky) y María (Liv Ullman), que se inicia en los años de la escuela y cuyo rumbo se ve truncado por el accionar de la sociedad argentina durante la dictadura militar de los años 70.
Raquel, una prestigiosa actriz, poniendo en escena "Antígona" es demasiado para la mentalidad fascista de esos años y después que una bomba destruyera el teatro donde se está presentando, debe emprender el exilio hacia Alemania, ayudada por su manager (Víctor Laplace).
La historia de María es más grave. Pancho (Federico Luppi), su marido, se ha quedado sin trabajo al cerrar la fábrica y se dedica a los trabajos que surgen para subsistir. Una noche, les allanan la casa las "fuerzas de seguridad" que buscan a su hijo Carlos. Ya su vida no será la misma. Cuando van a la villa miseria donde Carlos (Gonzalo Arguimbau) vive y trabaja ayudando a construir casas, encuentran su casa destruída y que a su hijo se lo han llevado, desaparecido es la palabra, porque en esa época no se detenía a la gente, se la desaparecía.
El hijo más chico de María, Pedro (Fernán Mirás, me pregunto cómo se habrá sentido a sus 19 años sosteniendo el mate a Liv Ullman), no tolera más la vida de terror en que su familia vive y decide mudarse con su tía a la provincia.
María, que persiste en buscar a su hijo, se encuentra con otras madres en la misma búsqueda y, aunque son varias veces detenidas y, algunas de ellas también desaparecidas, emprenden las rondas de protesta en la Plaza de Mayo de Buenos Aires. Se identifican por un pañuelo blanco atado en la cabeza.
Es esta una excelente película y un muy buen retrato de la sociedad argentina. No es de extrañar que no se haya vuelto a exhibir. No es bueno para la clase dirigente que los argentinos que aún viven con las mismas pasiones y para los que es más importante un partido de fútbol que la brutalidad de los operativos de las fuerzas de seguridad, tomen conciencia de ciertos hechos.
Muy buenas la cinematografía de Axel Block (a pesar de haberla visto en una copia de video en Youtube) y la música de Jose Luis Castiñeira de Dios.
Trailer, en alemán.
Mi calificación es de 8 puntos sobre 10. Y no puedo cerrar esta crónica sin decir unas palabras sobre la magnífica actuación de Liv Ullman. Aunque en la versión en castellano esté doblada por Bárbara Mugica, sus ojos, su sonrisa y su temperamento iluminan a esta María que se vuelve inmortal como su hijo, que no está muerto, sino que ha renacido en su madre.
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