Maren Ade, una joven directora alemana, escribió y dirigió esta extraña comedia que por azar de los azares se volvió un éxito total para los cines de culto.
Describe en tiempo casi real, la historia de Ines Conradi (Sandra Hüller), una joven ejecutiva totalmente absorvida por su trabajo, que consiste en asesorar empresas para conseguir la tercerización de los servicios principales. Esto es trasladar a países del este europeo los costos de mano de obra.
Como consultora es quien pone la cara para los trabajadores que resulten despedidos.
Está trabajando en Bucarest, pero hace un viaje relámpago a Alemania donde aprovecha para visitar a su madre y allí se cruza con su padre Winfried (Peter Simonischeck). Este personaje es quien inicia la película, haciéndole una broma al hombre del correo que le lleva una caja para entregar, haciéndose pasar por su hermano Toni del que dice, recién acaba de salir de la cárcel donde estuvo por enviar cartas bomba.
Cuando se cruza con Ines en la casa de su mujer, está pintado de zombi por haber participado en un número musical en un colegio. El argumento no explica las razones.
Para ir tuvo que dejar a su anciano y ciego perro Willi en la casa de su madre, que está tan vieja como el perro. Le dice a Ines que vaya a ver a su abuela, pero élla ya no dispone de tiempo y tiene que tomar el vuelo de regreso a Bucarest.
Un buen día, Winfried se aparece por el departamento de Ines en Bucarest. Le dice que era hora de que se tomara vacaciones. La relación entre padre e hija es más bien tirante. Ella solo encuentra interés en las reuniones y presentaciones que debe llevar a cabo por su trabajo y él insiste en hacerle chistes y bromas que descolocan a ambos. Cada uno continúa haciendo su rutina de vida diaria sin tener en cuenta al otro.
Finalmente Winfried, luego de algunas metidas de pata, anuncia que regresa y efectivamente Ines lo ve subir a un taxi.
Pero al día siguiente reaparece en un cocktail de su trabajo vestido con una peluca y unos dientes postizos y diciendo que es Toni Erdmann, coaching de importantes figuras, entre ellas del dueño de la empresa que su hija está tratando de tercerizar.
De allí en adelante, Toni va a interferir pasivamente en todas las actividades de su hija, buscando el modo de restablecer sus vínculos afectivos.
El espectador va a disfrutar de las desenfadadas actuaciones de Toni Erdmann y las reacciones de su hija Ines, pero la más brillante de todas es cuando aparece vestido con una máscara búlgara en la fiesta nudista de cumpleaños de Ines. Dejo ese traje abierto a la intriga del lector.
Simpática, humana y ferozmente satírica de las relaciones humanas en nuestra vida cotidiana, "Toni Erdmann" es uno de los mejores descubrimientos que el espectador inteligente puede hacer en el mundo del cine.
Muy acertada la elección de los principales intérpretes porque con ellos los personajes cobran vida verdadera.
Trailer subtitulado en castellano
Un abrazo en el parque
Mi puntuación, antes que varíe mi opinión, es de nueve puntos sobre diez.
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