Lo que dice el cartel "El amor entre difíciles decisiones", es una estupidez. No tiene absolutamente nada que ver con esta película. Si de algo adolece es de falta de amor.
Heli (Armando Espitia) es un muchacho que trabaja en una fábrica de auto-partes. Ya está casado, con Sabrina (Linda González) y tienen un bebé de menos de un año de edad. Vive en un rancho de material con su padre y su hermana Estela (Andrea Vergara). El padre trabaja en la misma fábrica pero en diferente turno, así que se cruzan en el camino. Cuando uno va, el otro regresa.
Estela está aún en el colegio, pero ya tiene un noviecito, Beto (Juan Eduardo Palacios) de 17 años. Muy mayor para élla.
Beto está en la escuela de la policía especial, gendarmería y la película nos muestra algo de su cruel entrenamiento.
También nos muestra una ceremonia oficial, donde los cadetes de la escuela arrojan a una hoguera, varios kilos de cocaína, marihuana, videos y cedés de música ilegales.
Luego Beto le cuenta a Estela que tiene una mercadería que va a vender con una gran ganancia y que la va a esconder en la casa de Estela.
Cuando Heli llega a su casa, ve a Estela con Beto. Beto escapa, pero Heli encierra a Estela en su pieza y le quita el celular.
En otra escena, Sabrina se está duchando y se termina el agua. Le grita a Heli que revise el tanque de agua porque no sale nada. Heli revisa el tanque y encuentra el saco con dos paquetes. Se los lleva a un pozo en el campo y abre los paquetes. Cuando ve que contienen cocaína los arroja al pozo.
Los gendarmes llegan a la casa de Heli buscando la mercancía. Balean al padre y se llevan a Heli y Estela. En la camioneta ya está Beto golpeado ensangrentado.
A Heli y Beto se los entregan a unos matones en un pueblo con las bocas vendadas con cinta adhesiva. En el rancho de los matones también están tres chicos jugando jueguitos de computadora.
A Estela se la llevan.
No puedo decir nada más, que el espectador inteligente y conocedor de la justicia que impera en latinoamérica, se lo imagine.
Es una película difícil de digerir. Además todo el estilo, la imagen, el sonido, los diálogos, son áridos y secos como es la tierra mexicana. Pero documenta a la perfección la realidad donde el único valor que subsiste es el de la mercadería que proporciona dinero, drogas fundamentalmente.
Impresionante producción que nos hizo recordar a "Japón" de Carlos Reygadas, pero sin nada librado a la imaginación del espectador.
Por esta película la directora ganó la gran palma de oro en el festival de Cannes.
Trailer con subtítulos en inglés
Nueve puntos sobre diez para una inolvidable película de Amat Escalante.
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