"Murmullo de corazones" es un film donde lo que sucede deja de tener importancia para el espectador que accede a ser subyugado por la belleza hipnótica de las imágenes. No es que de hermosas imágenes se trate, sino del ritmo seductor, de la cadencia sensual con que el film se desarrolla.
La historia, o mejor dicho, historias, pueden parecer confusas al principio ya que al no tener el espectador más que pequeñas señales es difícil imaginar quien es quien o de qué época del tiempo se está hablando en la narración.
Poco a poco vislumbramos la historia de Hsiang (Hsiao Chuan Chang) el boxeador y su drama al perder la visión con lo que toda su carrera se esfuma literalmente ante sus ojos. Y con Hsiang conocemos s Mei (Isabella Leong), su novia, una artista de la pintura y el diseño que guarda con pesar el recuerdo de su madre (Angelica Lee) ya muerta, pero a la que por la magia del cine vemos en feedbacks de escenas con sus hijos pequeños. Las historias que su madre les contaba, sobre la sirenita y sus búsquedas en el océano.
En una isla como Taiwan el océano es la fuerza primordial que mueve al mundo. Los tifones y tormentas de agua que inundan todo, cortan la energía eléctrica y dejan a la población sumida en un miedo de otras edades del género humano.
Mei llegó a Taipei con su madre, huyendo de su casa familiar donde quedaron su violento padre y su hermano Nan (Lawrence Ko).
También para Nan la vida está llena de pesadillas y de temor. Su madre desaparecida durante una tormenta lo acompaña aún a sus 30 años.
Con todos estos personajes, Sylvia Chang interpreta su sinfonía fílmica donde las tormentas humanas se enfrentan a las climatológicas y donde los recuerdos impregnan la realidad cotidiana.
Sorprendentemente, esta película de Taiwan sorprende y regocija el alma del espectador. Vuelvo a repetir, no es tanto por lo que sucede sino por cómo está contado.
Muy buenas actuaciones de todo el elenco.
Trailer con subtítulos en inglés
Diez puntos sobre diez para esta sensible producción del cine chino de Taiwan.
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