En base a la novela de Olga Tokarczuk, élla misma y la directora Agnieszka Holland escriben un atractivo guión donde varios estilos cinematográficos se cruzan.
La Sra. Duszesjko (Agnieszka Mandat), ingeniera civil retirada, vive en una pequeña ciudad del sur de Polonia casi en la frontera con la república Checa. Es una zona montañosa y cubierta por bosques donde aún subsisten animales salvajes tales como ciervos, jabalíes, mapaches, lobos y zorros y esto llama a los cazadores, que no respetan el calendario de caza, sino que matan todo el año, invierno bajo la nieve o verano en las verdes praderas.
La Sra. Duszesjko sufre por las matanzas de los animales. Ella siente como un holocausto para los animales las actividades de los cazadores. Un día, sus dos perras border collie desaparecen y a pesar de buscarlas por todo el bosque con la ayuda de sus alumnos, ella es profesora de inglés, no puede encontrarlas.
Simultáneamente una oleada de crímenes misteriosos sacude al pueblo. Muere el jefe de policía, un criador de zorros que a su vez regentea el casino y prostíbulo del pueblo, donde se dice que tiene encerradas a chicas de Ukrania, Bielorrusia y otros países del este. Las investigaciones de la policía caen en saco roto, porque la única evidencia son huellas de animales salvajes que aparecen cerca de los cuerpos.
Con un excelente desarrollo, las directoras de esta película, que obviamente son ecologistas, crean una película misteriosa y excitante, con zonas oscuras y personajes de miedo, como el vecino de la Sra. Duszesjko, a quien ella llama Matoga (Viktor Szborowski) porque su nombre, Swietopelk, es impronunciable.
Es un entomólogo checo, Boros Snajder (Miroslav Krobot) quien descubre el cuerpo sin vida del criador de zorros, Wnetrszac (Boris Szyc), en medio del bosque y pide ayuda a la sra. Duszesjko quien pasaba en ese momento por el camino del bosque. Entre Boros y la Sra. Duszesjko se inicia una relación que comienza cuando Boros le confiesa que cuando talan un árbol o queman sus ramas están asesinando a miles de larvas de insectos. La Sra Duszesjko es además apasionada astróloga y cree a pie juntillas en las características de las personas según su fecha de nacimiento. Esto no es de extrañar en una ferviente sagitariana como lo es Agnieszka Holland.
Trailer en castellano
Nueve puntos sobre diez para una apasionante película.
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