Esta película es una especie de biografía novelada sobre la vida de Jackson Pollock, uno de los más importantes pintores abstractos norteamericanos del siglo pasado.
Su personalidad y su obra abastecen el desarrollo de la película con una trama tan interesante como lo fue la gestación de la obra de este gran creador.
Ed Harris, magnífico intérprete de tantas películas recordadas, no solo personifica al pintor sino que dirige la película con una maestría tal que parece haberlo hecho toda su vida.
Pero lo más llamativo, desde mi punto de vista, es como engancha al espectador en el proceso creativo, algo que muy pocas veces se ve y sobre todo cuando es el cine el que está tratando sobre otra de las artes.
Tal como debe haber sido Jackson Pollock aquí solo se puede disfrutar del proceso creativo que surge de lo más profundo del alma humana. Marcia Gay Harden, que encarna magníficamente a la mujer de Pollock, le plantea de entrada que la obra no puede salir de la nada, que debe haber un proyecto interno que le da forma.
Pero la película muestra en forma magnífica, como es la gloria de la intuición la que realmente da forma a estas obras maestras de la pintura. Nunca me gustó el arte abstracto, pero no se puede negar la maravilla que está plasmada en estos cuadros.
Sobre diez puntos, para mí la película vale un ocho. No creo que se haya exhibido en Argentina y creo que debe ser bastante difícil que la consigan en alguna parte, pero si lo hacen, no dejen de verla. La van a disfrutar.
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