Milos Forman nació en la república Checa, pero sus padres murieron en un campo de concentración, haciéndolo huérfano a muy tierna edad .
Estudió cine en Praga y allí filmó sus primeras comedias de un estilo muy particular. En la primavera de 1968, las tropas rusas invadieron la entonces Checoslovaquia para devolverla al seno de la comunidad soviética de donde los liberales checos con Dubcek habían intentado escapar. Pero Milos Forman sí escapó y se radicó en Estados Unidos.
Muy pocos años más tarde logró notoriedad junto a Jack Nicholson por su adaptación de la novela "Alguien voló sobre el nido del cuco".
Como es sabido los cucos no construyen nidos y si alguien vuela sobre el nido de un cuco es porque está fuera de su sano juicio.
Milos Forman sabía muy bien lo que hacía. Con esta película en 1975, logró que mucha gente recordara lo que era la libertad y también que muchos entendieran como se las arreglaba el sistema para sacar de circulación a los que intentaban caminar por ideas distintas. El personaje de la enfermera personificado por una inolvidable Louise Fletcher, pasó a ser sinónimo de todos los represores que habitan este planeta, en todas las sociedades y que hacen lo que hacen por poner sus almas al servicio del poder.
Pero Milos Forman no se quedó ahí y continuó golpeando a la sociedad película tras película.
"Hair" sobre el famoso musical. "Ragtime" sobre los problemas raciales en el 1900 en los Estados Unidos. "Amadeus" sobre la hipocresía de un mediocre que quiere apoderarse de la gloria de un genio y se vale de los medios que la sociedad le pone al alcance. Siempre los Salieris tienen medios preparados por nuestra sociedad para opacar a la gente brillante.
"Valmont" sobre la remanida novela de Choderlos de Laclos que un año antes había sido resucitada por Stephen Frears con las memorables actuaciones de Glenn Close, John Malkovich y Michelle Pfeiffer. Quizás esa haya sido la razón por la que su versión haya sido premiada solamente por los franceses. Pero no olvidemos que su objetivo es demostrar como la hipocresía puesta al servicio del poder destruye a la gente, aunque se hable de la sociedad francesa antes de la revolución.
Y al año siguiente llegamos al objeto de esta crónica: "El escándalo de Larry Flynt".
Probablemente una de las películas más problemáticas y emblemáticas que haya visto.
Larry Flynt publica una revista tipo Playboy pero en la que además desliza comentarios y sátiras contra la hipocresía de la mediocre sociedad estadounidense. Es inevitable que esta sociedad reaccione y actúe como éllos saben hacer muy bien.
Todas estas sociedades de moralinas y buenas costumbres son lo mismo en todos los países. Viven sus miserias sobre el sufrimiento de los demás y se horrorizan cuando se atacan los ideales de las buenas familias. Claro es que la solución no es tan fácil, porque Larry Flynt se ampara en la tan conocida libertad de expresión.
Hoy, el país del norte ya olvidó que en algún momento fue el adalid de las libertades individuales. Hoy solo les quedan los campos de concentración montados en otros países porque no es legal torturar dentro del territorio americano y los vuelos no tripulados para matar poblaciones civiles sobre los países que no les son afines.
Lo mismo hacen estas sociedades religiosas y de buenas costumbres. Contratan un matón para que asesine a Larry Flynt. Y en parte logran su objetivo, porque queda paralizado de la cintura para abajo. Ya no puede caminar, no puede hacer el amor con su mujer y nunca podrán tener hijos.
El precio de hacer frente a este tipo de gente es que pueden llegar a cualquier crueldad con tal de lograr sus objetivos. Como están amparados dentro de su propaganda de buenas costumbres, pueden hacer lo que quieran que nadie les va a llamar la atención. Es igual en todo el mundo.
Pero a personas como Larry Flynt, que no les perdona lo que han hecho ni sus hipocresías, le sale muy caro y le duele hasta las entrañas. Aunque al final, hasta la Suprema Corte haya tenido que fallar en favor de las libertades individuales, Larry Flynt no se detiene porque además tiene el dinero suficiente para seguir haciéndo frente a esta gente miserable.
Todas estas opiniones personales no son más que lo que se desprende de esta magnífica película de Milos Forman.
A través de un poco más de dos horas, vamos viendo como Larry Flynt (Woody Harrelson) vuelve a ser golpeado y como vuelve a levantarse. Escuchamos las magníficas apelaciones de su abogado, un increíble Edward Norton. Y conocemos la increíble personalidad de su mujer Althea, en la magnífica actuación de Courtney Love quien demostró ser mucho más que la pareja de Kurt Cobain en esta película.
Todos los aspectos técnicos están muy cuidados y no se pierde ni por un minuto la atención sobre una trama que podría haber sido un poco ingrata si hubiera sido otro realizador el que la llevara a cabo.
Todos aquellos para los que la libertad aún signifique algo debieran ver obligatoriamente esta película para entender de qué estamos hablando cuando nos referimos a libertad.
Lamentablemente 17 años más tarde, Estados Unidos está cada vez más lejos de estos ideales. Se perdieron entre guerras y terroristas y cayeron en manos de especuladores inescrupulosos que hasta se quedaron con las casas de sus habitantes.
Sin embargo la película ahí está, sigue estando presente.
Demás está decir que mi calificación es de 10 sobre 10 puntos.
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