Si bien no hay en el estilo de Bille August indicios de lo que se denomina comúnmente como cine de autor, está claro que su especialidad está en llevar al cine novelas con múltiples personajes y de gran envergadura. Lo hizo con "Con las mejores intenciones" de Ingmar Bergman, "Jerusalén" de Selma Lagerlof, "Los miserables" de VÃctor Hugo y "La casa de los espÃritus" de Isabel Allende.
Esta vez, basándose en la novela de Pascal Mercier, con un excelente guión cinematográfico de Greg Latter y Ulrich Herrmann, pone en escena esta maravillosa historia que puede o no gustar, pero que no dejará de cautivar al espectador más pop-corn por las sucesivas vueltas de misterio que va desarrollando.
El tÃtulo hace imaginar algo asà como "Crimen en el expreso de Oriente", pero nada que ver con una historia de crÃmenes y misterio a bordo de un tren.
Raimund Gregorius (Jeremy Irons), un oscuro profesor de literatura en un colegio de Berna, Suiza, se cruza por azar con una muchacha que está a punto de tirarse del puente a las aguas del rÃo Aar y, arriesgando su portafolio la salva. La chica totalmente desorientada, pide ir con él y la lleva al aula del colegio. En medio de la clase, la chica desaparece dejando su piloto colgado en el aula. Gregorius sale tras ella, pero no la puede alcanzar. Buscando en los bolsillos del piloto encuentra un librito y va a la librerÃa donde fue vendido. El vendedor recuerda habérselo vendido a una muchacha. Hojeando el libro, cae al piso un boleto de tren para Lisboa. Y de ahà el nombre de "Tren nocturno a Lisboa", porque Gregorius, dejando atrás el colegio y su vida mediocre, se va a embarcar en ese tren que sale en quince minutos con destino a Lisboa. En el camino va a leer las historias que el librito contiene y va a comenzar su viaje espiritual hacia otra dimensión.
En Lisboa, va a visitar la casa del autor del libro, Amadeu de Prado (Jack Huston), y se va a encontrar con su hermana Adriana (Charlotte Rampling) que niega su muerte.
La historia del joven Amadeu sucede en los años de la feroz dictadura de Antonio de Oliveira Salazar en Portugal y tiene todos los matices de rebelión y resistencia contra la tiranÃa.
Al ser llevado por delante por un ciclista, resultan rotos los anteojos de Gregorius y debe hacerse unos nuevos. La óptica Mariana (Martina Gedeck) le cuenta que su tÃo conoció a Amadeu y lo invita a visitarlo en el sanatorio donde está internado. Es asà como Gregorius conoce a Joao Eca (Tom Courtenay) quien lo introduce en las memorias de los años de la resistencia de Amadeu.
Este profesor de literatura, que deja su colegio para ir detrás de las historias de un libro y encontrar una respuesta a su vida gris, está impecablemente actuado por Jeremy Irons. A través de sus miradas y sus gestos, entendemos la voracidad de ese hombre gris por conocer estas historias de rebeldÃa y amor. Porque en la historia de Amadeu va a haber otros dos personajes que serán cruciales para conocer su vida. Jorge, su amigo de toda la vida (joven August Diehl, viejo Bruno Ganz) y EstefanÃa, su gran amor (joven Melanie Laurent, vieja Lena Olin).
Es una historia que no tiene huecos ni tiempos perdidos. Los vaivenes de los personajes, en el pasado y en el presente, nos mantienen pendientes del desarrollo de la historia.
Y, como bono especial, los maravillosos paisajes de Lisboa de fondo.
Trailer
Hay algo en este film que nos lleva a cuestionar nuestro curso de vida y nuestro destino. ¿Estamos seguros que no podemos o no queremos cambiarlo?.
Ocho puntos sobre diez para "Tren nocturno a Lisboa".
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