"En el bosque" es la adaptación cinematográfica del musical de Stephen Sondheim y James Lapine del mismo nombre que durante años se ha representado en los escenarios de todo el mundo.
Llevar un musical al cine es siempre un riesgo muy grande. Solo existen casos aislados en los que el público ha aceptado el lenguaje musical en reemplazo del recitativo. "Amor sin barreras" es un caso de lo más notorio, pero hay que reconocer que la música de Leonard Bernstein hacía emocionar al más retrógrado.
La compañía Disney decide llevar "En el bosque" al cine. Los personajes se adaptan a su pequeña galería de caracteres. La bruja mala, Cenicienta, Caperucita, Rapunzel y Jack, el de las habichuelas mágicas. Ya sabemos que últimamente Disney lo que toca lo malogra. Consiguió destruir una carrera promisoria como la de Tim Burton al financiar una Alicia capitalista emparentada con los X-Men (todavía el espíritu de Lewis Carroll está lanzando su maldición sobre los estudios Disney). De hecho aún no han podido recuperar la brújula del éxito comercial después de su versión de Alicia.
Pero la adaptación del musical le es encargada al mismo autor, James Lapine. Eso es a favor de una recreación que podría ser decisiva.
Para dirigirla a quien convocan, nada más ni nada menos que al adaptador para el cine de "Chicago" y "Nine", Rob Marshall. En ambas ocasiones logró que fueran fracasos comerciales y, en mi opinión destrucción masiva de los musicales, a pesar de los excelente elencos convocados.
Pero, en matemáticas menos por menos da más y ese es el caso de "En el bosque".
Excelentemente bien realizada, es una obra que desconcierta y rompe los esquemas del cuento infantil y, de paso, del musical.
Los intérpretes son todos adecuados y, al menos Meryl Streep canta con su propia voz. Los efectos especiales son deslumbrantes y la acción no decae ni por un momento. También las canciones están perfectamente ensambladas con la historia y, como en el caso de las óperas, no son arias sueltas que se insertan en determinado paso de acción, sino que surgen espontáneamente en el curso del argumento. También hay que tener en cuenta que el argumento no está planteado como escenas sueltas una detrás de la otra, sino que hay un hilo de interacción entre los personajes y los hechos que se van planteando.
Pero que en el medio del bosque, el príncipe de Cenicienta, se encuentre con la mujer del panadero y la seduzca, es algo que va más allá del cuento de hadas. Las clases sociales no interactúan en los cuentos de hadas y menos en los cuentos de Disney. Ya nos debería hacer sospechar que algo diferente se está tramando en la película.
Si hay algo que destacar en "En el bosque", es el hecho de que el espectador sienta que lo que se está planteando va mucho más allá de una historia. Que el bosque es realmente el curso de la vida y que no valen princesas ni panaderos, sino que todos, como dice el argumento, "cometemos errores, que las brujas pueden tener razón y los gigantes ser buenos. Tú decides lo que está bien."
Esto después de una canción donde todos y cada uno de los personajes se ve acusado de tener la culpa por algo que realizó. Todos son culpables. Eso desconcierta al espectador, no hay caracteres buenos y malos.
"La gente te deja a veces, en el medio del bosque. No dejes que eso te entristezca, nadie se va para siempre." Hay montones de elaboraciones y argumentos que destruyen el hilo del cuento de hadas y brujas para traerlo a la realidad humana y al mismo tiempo para quitar los condicionamientos de qué está bien y qué está mal.
Ningún espectador que haya ido con la idea de ver una historia de Disney se va a sentir gratificado, porque "En el bosque" no es cuento para niños, sino una lección musical para las almas adultas.
"Cuidado con lo que dices, los niños escuchan. Cuidado con lo que haces, los niños ven."
Maravillosa la dirección musical, la escenografía y la cuidada fotografía. El montaje también está perfectamente a tono con la calidad de esta película.
Trailer
Recitar los nombres de los intérpretes es tedioso, pero vale la pena hacerlo. Emily Blunt y James Corden son la pareja de panaderos que encienden la pólvora de la historia. Anna Kendrick es Cenicienta y Cristine Baranski la madrastra. Daniel Huttlestone es Jack y Tracey Ullman su madre.
Meryl Streep es la malvada bruja de al lado y Johnny Depp, en una cortísima actuación, el lobo de Caperucita. Lilla Crawford es una más que atinada Caperucita Roja. Chris Pine y Billy Magnussem personifican a los príncipes, de Cenicienta y de Rapunzel. Y Mackenzie Mausy es Rapunzel.
Creo que por como despertó mi interés y mi asombro, bien vale la pena recomendarla a otros espectadores lúcidos que gusten de romper esquemas cinematográficos. Nueve puntos sobre diez para "En el bosque" y mis disculpas al director Rob Marshall por la poca confianza que me inspiraba, no su seriedad profesional, sino sus posibilidades de deslumbrar al espectador con armas legítimas.
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