"Todo está conectado". Tal es la tesis de la novela de David Mitchell que en la película se demuestra con imagenes. Imagenes de una muy alta calidad.
No sé a quién darle mayores palmas: si a los tres directores, geniales en su concepción; si a la dirección de fotografía con visiones del mundo que nos llevan a realidades ignotas; si a la dirección artística, a los efectos especiales y ordinarios, al vestuario, a la música o a los actores. Todo está bien puesto, todo está bien armado. Así que habría que acordarse del genial artífice del montaje (Alexander Berner) que permite a través de casi 3 horas desarrollar en paralelo historias de diferentes tiempos y latitudes sin que cunda la confusión. Y también de todos los productores, los alemanes, los ingleses, los españoles y por supuesto los tres directores que también participaron en la producción.
Cloud Atlas
Inconmensurable sería mi definición más cercana.
Esta película es multi-nacional y también de múltiples directores. Un director geminiano nacido en Wuppertal, Alemania como Tom Tykwer quien ya había demostrado lo que sabía hacer en "Corre Lola corre", "Perfume" y en "Drei" y de los norte-americanos hermanos Wachowski (Andy capricorniano y Lana geminiana), quienes ya se habían encargado de llevar adelante las 3 partes de "Matrix" y "Meteoro".
Los actores también abordan diferentes personajes. Es la primera vez que veo a Tom Hanks hacer de un malvado muy malvado y de nativo hawaiano o a la hermosa Halle Berry travestirse de médico coreano. Los impecables Ben Whishaw ("Perfume" y "Estrella radiante"), Jim Broadbent (inolvidable de tantas películas, el dueño del Moulin Rouge), Hugh Grant como un ejecutivo o un asesino hawaiano, la siempre hermosa Susan Sarandon, la recién descubierta para mí Doona Bae, actriz coreana de un previsible futuro, interpretando a una coreana de fabricación y también a una mexicana a quien le matan el perrito. Jim Sturgess ("Across the universe" y "Siempre el mismo día"), Hugo Weaving (de "Matrix" y el "Señor de los anillos"), James D'Arcy y tantos otros que no conozco bien. Hasta un argentino, Víctor Esteban Sole.
Fue filmada en lugares tan disímiles como los estudios alemanes Babelsberg de Brandenburgo en Alemania y también en Düsseldorf, las islas Baleares y Escocia.
Para la dirección se repartieron las escenas según los tiempos (antiguas, actuales y futuras) y las locaciones. No es fácil hacer que todo eso combine.
El resultado es estupendo. Es una película fácil de ver y atrayente del principio al final. Estamos pendientes de como se resolverán las situaciones, las persecuciones y cómo, por una vez, los malvados no se saldrán con la suya. Por sobre todas las cosas hay un mensaje positivo. Quizás un poco maniqueo, porque los actos se califican como buenos o malos y en la vida real no siempre es tan fácil poder adjudicar premios y castigos. Pero de todos modos es positivo y abre al alma infinitas posibilidades. Quizás todo lo que estamos haciendo bien sea consecuencia de algo que se hizo bien en el pasado y vaya a influir en el futuro en las posibilidades de la humanidad.
Sobre 10 puntos, "Cloud Atlas" se lleva 10 puntos. A la realización, a las ideas y al espectáculo.
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