Ah, con Peter Greenaway siempre se establece una discusión entre pochocleros y amantes del cine. No es un cine digerido, hay que masticarlo muy bien para poder digerirlo, sino se queda atravesado entre el estómago y el corazón. Quien haya sufrido los efectos de "El cocinero, su mujer y su amante" o de "El vientre de un arquitecto" entenderá de lo que estoy hablando.
De todos modos hay gente que se va de mambo con Peter Greenaway. No porque su cine esté en las antípodas del de Steven Spielberg significa que es un cine complicado. Una vez, un profesor en un seminario sobre crítica cinematográfica afirmó que para ver a Peter Greenaway había que ser un entendido en pintura flamenca. Eso causó que le perdiera totalmente el respeto y que el seminario no me sirviera para nada.
Vamos a poner algunas premisas:
1) el cine de Peter Greenaway es un cine de autor;
2) su formación fue en pintura así que domina absolutamente el arte de pintar la pantalla de manera que cada escena sea una obra de arte;
3) le interesa más el lenguaje cinematográfico que la literatura, por eso en sus filmes todo se expresa a través de la imagen y muy poco a través de la palabra. Cómo será, que en sus últimas películas atiborra la pantalla de palabras escritas que no tienen ningún significado para la trama;
4) le gustan los guiños, las llamadas de atención, las relaciones inteligentes. Es una persona de un muy alto nivel intelectual y cultural;
Todo esto no quiere decir que a todo el mundo le guste su cine. Por el contrario, hay que ser una persona absolutamente abierta a lo estético para poder disfrutarlo.
Hecha esta salvedad, hablemos de la película "Conspiración de mujeres" cuyo título ya es un juego de palabras porque en inglés esto se dice "Drowning by numbers". Drowning también significa ahogado y hay un personaje que se la pasa contando todo, desde las hojas de un árbol hasta los insectos en la arena. Cuando vean la película me van a entender.
Las tres mujeres protagonistas de esta conspiración son abuela, madre e hija y las tres se llaman igual: Cissie Colpitts. La abuela es Joan Plowright y como me gusta todo lo que haya hecho, haga y hará no tengo más que decir. Escucharla hablar es una caricia para los oídos. La madre es Juliet Stevenson, para mí desconocida hasta esta película y la nieta es Joely Richardson que si les resulta una cara familiar se debe a que es la hija de Vanessa Redgrave y Tony Richardson.
El personaje de Cissie Colpitts volverá a aparecer en la trilogía de las maletas de Tulse Luper.
No es una tragedia, no es un secreto para entendidos. Es una película amable y graciosa para ver si se dejan pasar algunos detalles surrealistas y otros sanguinarios. También derrocha humor. No digo que sea una comedia de sketches, sino que todo lo que sucede está pintado con humor, a veces humor negro, pero humor al fin. Como es costumbre en las películas de Greenaway, la música es de Michael Nyman y es un placer escucharla.
Sobre 10 puntos, "Conspiración de mujeres" se merece 9 nuevos. Espero que la puedan ver y les guste.
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