La película que cambió mi manera de entender el cine y me fascinó totalmente fue "El arca rusa" de Alexandr Sokhurov. Para mi discernimiento existe un cine antes y otro después de "El arca rusa".
Años más tarde tomé la decisión de ver las 8 horas de la gran obra en cine de Sergei Bondarchuk, "Guerra y paz", sobre la novela del celebérrimo León Tolstoi.
"Guerra y paz" me dejó totalmente anonadado. Entonces era posible filmar una epopeya histórica con los ojos del espíritu. Las escenas de los bailes de salón que tanto me habían fascinado en "El arca rusa" tenían aquí su inspiración. La cámara recorre los escenarios de Moscú en llamas o de las grandes batallas como la de Borodino, deteniéndose en los detalles, girando sobre los personajes anónimos, dejando entrever el cielo tormentoso. "Guerra y paz" de Bondarchuk es una obra maestra desde todo punto de vista. Desde la forma en que se transcriben los pensamientos del alma de Tolstoi hasta la recreación de la ciudad de Moscú imperial.
Claro que son 8 horas, pero vistas por separado, como está filmada, cada una de las cuatro partes son hermosas y mantienen el sentido en sí mismas.
No sabía entonces que Bondarchuk también había filmado "Boris Godunov". Para mi pobre conocimiento "Boris Godunov" era una ópera rusa donde el principal personaje lo cantaba un bajo de voz profunda. Así y todo nunca había visto la ópera. Ver entonces la historia del zar Boris Godunov tal como Pushkin la relató, puesta en imágenes fílmicas me pareció mucho más accesible que la ópera de Mussorgski.
La historia de Boris Godunov es una tragedia digna de Shakespeare a quien Pushkin veneraba. La historia del zar que llegó al poder tras la muerte (o asesinato) del zarevich Dimitri de apenas 8 años de edad y de como esa muerte lo persiguió durante toda su vida tal como el destino toca a nuestras puertas cada vez que la culpa redobla sus fuerzas, es narrada por Sergei Bondarchuk con toda la espectacularidad y sentimiento que la tragedia necesita.
Las escenas de batallas, si bien no se pueden comparar a las de la batalla de Borodino que ocupa casi 1 hora de la segunda parte de "Guerra y paz", son impresionantes.
En definitiva el resultado es espléndido.
Por favor, recordar que el cine ruso se caracteriza por su lentitud. No es un cine demasiado complejo, pero sí es absolutamente detallista y se detiene en cada aspecto el tiempo que sea necesario para relatarlo con absoluta fidelidad. Entonces el que esté acostumbrado a "La guerra de las galaxias" por solo poner un ejemplo, no debería ver estas películas porque puede resultar absolutamente alterado en sus tiempos internos.
Mi calificación es de 8 sobre 10 puntos.
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