Desde que supe que Michael Haneke había ganado la gran Palma de Oro en el festival de Cannes 2012 con su película "Amour", quise conocer un poco más sobre este director de origen austríaco.
Fue así como ví "El séptimo continente" y "El castillo" (sobre la novela de Franz Kafka).
Pero por razones personales fui dilatando la experiencia de encontrarme con "Amour" hasta que, finalmente la ví.
Austera y sin concesiones, como las otras películas de Haneke, la película tiene una belleza formal escalofriante y eso que está filmada todo el tiempo dentro de las paredes de un departamento.
Como todo departamento donde reside gente que ha vivido mucho, este departamento está lleno de objetos maravillosos, pinturas, esculturas, cerámicas pero por sobre todo libros. Hay libros y bibliotecas llenando las escenas continuamente. Creo que aunque más no fuera la dirección de arte se merece todos los premios de Cannes. Pero no solo en Cannes ha obtenido premios. Los viene cosechando alrededor de todo el mundo, desde Toronto hasta Australia y probablemente se lleve algún Oscar también.
Hasta ahora estoy evitando hablar de lo más importante de la película, que no es precisamente su belleza formal. Ya dije que es una película austera y eso hace que la densidad de los sentimientos que la pueblan sea más evidente. Ya en la primer escena Haneke muestra en qué va a terminar todo y eso, lejos de quitar expectativas, hace que cada escena se vuelva más llena de contenidos.
El tema es el Amor. Tal como lo dice el título de la película. Pero hablamos del Amor, AMOR. No de la pasión que tantas veces se ha llevado al cine, sino del AMOR sobre el que muy pocos han querido hablar (Bergman, Tarkovski y algunos otros). Y de la pérdida del ser amado. De la pérdida de esa parte nuestra con la que hemos ido haciendo nuestra vida y a quien amamos y admiramos por todo lo que es y también por lo que no es.
No quiero seguir con este tema porque es un tema muy personal y cada uno lo vivirá a su manera, pero que quede claro que es sobre eso sobre lo que Haneke habla en esta película.
Y para narrar la historia necesitaba de dos actores con mayúscula y que dieran la edad de los personajes. ¡Qué brillante elección!. Tan excelente como el resto de la película.
Emmanuelle Riva, cuya tan extensa filmografía nunca ví. En mi memoria está el personaje de "Hiroshima mon amour" de Alain Resnais y aquella joven en 1959 angustiada por un amante alemán perdido durante la guerra a quien la tragedia de Hiroshima le hace recordar. Han pasado muchos años y en esta película es una anciana de avanzada edad, lo que corresponde exactamente a su edad real. Hay que ser una excelente actriz para meterse a su edad en la piel de este personaje tan angustiante.
Jean-Louis Trintignant. ¿Qué es lo que se puede decir del intérprete de "Un hombre y una mujer", de "Z" y sobre todo de "El conformista" de Bertolucci?. Se puede decir muchísimo, porque pocas veces en la vida he visto una actuación como la de Trintignant en esta película. A través de su personaje es por donde la película respira y sobre todo, por lo que no dice, más que por lo que dice. Como sucede en la vida real, en las situaciones como la descripta en la película, hay muy pocas posibilidades que uno tenga al alcance y la que casi siempre se elige es hacer lo que se tiene que hacer y dejar de lado las emociones.
Esto va sobre cargando la atmósfera de la película continuamente y creando en el espectador una complicidad tal que de alguna manera tiene que estallar.
Pero eso no lo voy a contar.
La tercera en cuestión, siempre hay una tercera, es nada más y nada menos que Isabelle Huppert, quien como es habitual se hace cargo total de su personaje y con la profesionalidad que la caracteriza.
Es muy desubicado por mi parte intentar calificar a esta película. Obviamente está fuera de los cánones habituales. Si estás leyendo mi blog, ya te darás cuenta del tipo de cine que recomiendo, así que te va a gustar sin lugar a dudas.
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