Y así cumple Woody Allen con su anual entrega fílmica. Como de costumbre cuando él no actúa, elige a un actor para cubrir su papel, en este caso es Jesse Eisenberg quien se hace cargo de actuar de Woody Allen en el personaje de Bobby y lo hace a las mil maravillas.
Pero una película de Woody Allen es siempre algo más que su personaje y en este caso nos ofrece una entrega algo amarga del sabor de la vida.
Aunque como en Woody Allen siempre impera el ritmo de comedia, está todo contado de una manera liviana y casi graciosa. Digo casi, porque no hay muchos momentos realmente cómicos en la película, salvo dos o tres chistes sobre judíos. Lo que impera es un ritmo, a veces demasiado rápido y un sucederse de cosas que, si bien no hacen al trasfondo del drama, enganchan las escenas para que todo termine pareciendo realidad.
Una realidad muy de Woody Allen, pero que imita demasiado a la vida real.
Por de pronto la película es una excusa para burlarse de los cholulos de las figuras de Hollywood y de Nueva York. Todos los chismes de sociedad sirven como excusa para exponer hasta el tuétano la frivolidad y falta de humanidad de esa farándula que vive de party en party y de mujer en mujer.
La mujer en cuestión es la hermosísima Kristen Stewart (Vonnie), a quien habíamos visto en "Las nubes de Sils Maria" de Olivier Assayas y a quien no habíamos visto en los episodios de una serie sobre vampiros juveniles. Que de una excelente actriz estamos hablando no cabe la menor duda y no hacen falta muchas escenas para que nos lo demuestre.
El tercero en discordia (y lo es realmente en la película), es Steve Carrell a quien finalmente podemos ver haciendo un papel en serio, lejos de tantas tonterías.
El fan de Woody Allen va a disfrutar de esta película porque tiene todos los condimentos para pasar un buen rato de cine. Al que no es fan puede ser que le parezca particularmente desconexa. Que no se asombre porque realmente lo es. La historia vuela con tanta velocidad que los hechos se suceden sin dar una pausa para el respiro. Quizás sea otra de las excelencias de Woody Allen.
Hay que destacar las magníficas actuaciones de Jeannie Berlin como la madre judía de Bobby, cada aparición suya en la película es hilarante y fantástica y de Corey Stoll, como el gangster judío Ben hermano de Bobby.
También se luce por su hermosa sonrisa Blake Lively como Veronica, la esposa de Bobby.
Trailer
Vayan siete puntos para una excelente, no novedosa, comedia de Woody Allen
Me encantó, una hermosa película que pasa demasiado rápido,estoy de acuerdo con la descripción
ResponderEliminar