Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

domingo, 28 de abril de 2019

En tiempos de luces menguantes (In zeiten des abnehmenden lichts) (Matti Geschonneck, 2017) 🌟🌟🌟🌟

Esta es una melancólica y meditativa comedia sobre las decadencias de las sociedades humanas.
En base a la novela de Eugen Ruge, Wolfgang Kohlhasse escribió un guión más que interesante sobre los últimos tiempos de una familia alemana comunista.
La mayor parte de la película transcurre en el Berlín comunista en el año 1989 para la celebración de los 90 años del dirigente Wilhelm Powileit (Bruno Ganz).
En la celebración organizada por su mujer Charlotte (Hildegard Schmahl) participan su familia, sus amigos, vecinos y autoridades del estado.
Todos menos su nieto Sascha (Alexander Fehling) quien, pese a la promesa hecha a su padre Kurt (Sylvester Groth) el día anterior de visitar a su abuelo para la celebración, ha preferido huir hacia el occidente.
Entonces, a pesar de los desbordes familiares de la madre rusa de Sascha, Irina (Evgenia Dodina), de las atenciones de las enfermeras que cuidan de Wilhelm, de los miembros del comité que hacen entrega a Wilhelm de la condecoración La Estrella de la Amistad, del regalo que Wilhelm hace a su bisnieto (una iguana disecada) que su madre Melitta (Natalia Belitzki) que ha preferido quedarse en lugar de desertar con Sascha, promete cuidar, la película trata de los tiempos de las luces menguantes, o sea el melancólico fin de una República Democrática Alemana anquilosada y sin posibilidades de evolucionar.
Futuro que también es inminente para la U.R.S.S.
En 1991, la madre de Irina, Nadeshda Ivanovna (Nina Antonova) quiere volver a su pueblo natal en Rusia, Slava, e Irina la acompaña.
Y las reflexiones del relator son "Tuvimos la capacidad de creer, creer que lo que queríamos sería justo como queríamos. Hemos echado todo a perder."
Trailer en castellano
Ocho puntos sobre diez a esta oda a la caída de la República Democrática Alemana, nunca mejor presentada que en nuestros tiempos actuales de luces menguantes.

sábado, 13 de abril de 2019

Tres rostros (Se rekh) (Jafar Panahi, 2018) 🌟🌟🌟🌟🌟

El director iraní Jafar Panahi tiene prohibido desde el año 2010 hacer cine por 20 años como consecuencia del juicio que le iniciara el estado por su actitud opositora.
Como muchos de los grandes directores iraníes emigraron del país en busca de "libertad", también le han prohibido salir del país. Es así que aunque su última película, "Tres rostros" fue seleccionada para participar en el festival de Cannes, el film debió viajar solo, ya que Jafar Panahi no puede salir de Irán y obtuvo la gran Palma de Oro al mejor guión.
Es con gran riesgo personal que esta es su cuarta película en "prohibición". En la anterior "Taxi", filmó todo el tiempo conduciendo un taxi y sin salir del auto, parábola de su encarcelamiento.
En "Tres rostros" Panahi cuenta la historia de una adolescente Marziyeh Rezaei personificada por la misma Marziyeh, que quiere ser actriz.
Aún viviendo en un pueblo de provincias, Marziyeh ha soñado toda su vida con la actuación y consiguió anotarse en un conservatorio de Teherán. Su padre convenció a su madre que no importaba porque no pasaría el concurso, pero no, Marziyeh aprobó la selección y ahora, cuando tiene que viajar a Teherán se encuentra con la oposición de su familia y de la familia de su novio. Desesperada, Marziyeh envía un mensaje a la actriz Behnaz Jafari pero no obtiene respuesta, así que envía un video al director donde se puede ver su ahorcamiento.
Jafar Panahi le muestra el video a Behnaz y esta, desesperada decide viajar con el director al pueblo donde vive Marziyeh.
Este es el planteo inicial de la película., escena del ahorcamiento incluída. Entonces Panahi hace una especie de road movie por el interior de Irán junto a Behnaz Jafari que abandona el programa que está filmando para viajar.
En la película se cuentan varias pequeñas historias que son el condimento esencial del drama, pero en definitiva lo que Panahi hace, como es habitual en su cine, es una denuncia de la sociedad machista violenta que predomina en Irán, exhacerbada por tratarse de un pueblo de provincia. Sobre esta sociedad se impone el caracter femenino que consigue destrabar el rumbo de las vidas cotidianas.
En una escena, donde Marziyeh le pregunta si él no va a participar, le contesta, "no, estas situaciones son manejadas mejor por las mujeres".
El tercer rostro femenino, que aunque no se ve está presente en la mayor parte de la película es el de la actriz Shahrzad, quien hasta antes de la revolución era una actriz importante del cine iraní, pero luego fue prohibida y vive en una miserable casucha del pueblo de Marziyeh, dedicada a pintar y a vivir su vida.
Durante 1 hora cuarenta minutos, los espectadores seguirán las peripecias de los protagonistas, hasta el final con una escena homenaje a "Tiempos modernos" del gran Charles Chaplin.
Esta es una imborrable pequeña gran película, donde, sin hacer ostentación de dramas ni efusividades, Panahi cuenta una hermosa historia sobre los seres humanos y su perdición en un mundo subhumano.
Trailer subtitulado en castellano
Diez puntos para este obstinado cangrejo iraní que persiste en su proyecto de hacer buen cine y diez puntos para esta hermosa película.