Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

lunes, 25 de junio de 2018

Coherencia (James Ward Byrkit, 2013) 🌟🌟🌟🌟

Esta película es una verdadera sorpresa. Con actores y director prácticamente desconocidos, sobre una historia del director y Alex Manugian, James Ward Byrkit construye uno de los más afortunados guiones de los últimos tiempos.
La historia comienza con Em (Emily Baldoni) manejando su auto y hablando por celular con su pareja, Kevin (Maury Sterling). En determinado momento de la conversación, el celular se quiebra, literalmente el vidrio estalla como si hubiera sido alcanzado por una piedra.
Emily está yendo a encontrarse con un grupo de amigos que se reúnen a cenar en la casa de Mike (Nicholas Brendon) y Lee (Lorene Scafaria).
Emily comenta al llegar que muchas cosas extrañas pueden suceder debido a la influencia del cometa Miller que está pasando cerca de la tierra. En la visita anterior hubo muchos acontecimientos extraños.
Pero lo más extraño está aún a punto de suceder. Emily está enojada porque Amir (Alex Manugian) ha invitado a Laurie (Lauren Maher) a la cena. Laurie tuvo un asunto hace un tiempo con la pareja de Emily y le parece de muy mal gusto que haya sido incluída en la reunión.
Llegan más amigos, Hugh (Hugo Armstrong), el marido de Beth (Elizabeth Gracen) quien comenta ciertos elementos del feng-shui que ha utilizado en la casa. Por ejemplo, una puerta lateral que nunca se debe usar, porque se abre sobre el vacío.
Con una historia de lo más sorprendente, la película en ningún momento pierde el ritmo y mantiene la intriga todo el tiempo. No creo que haya espectador que quede indiferente frente a la narración.
Espectacular el manejo de cámaras, que en un ambiente único es bastante difícil de lograr sin despistar al espectador.
Trailer subtitulado en castellano
Nueve puntos sobre diez para esta extraordinaria producción.


viernes, 22 de junio de 2018

Adios Christopher Robin (Simon Curtis, 2017) 🌟🌟🌟🌟

Con un más que interesante guión escrito por Frank Cottrell Boyce y Simon Vaughan, este film dirigido con maestría por Simon Curtis nos cuenta la ingrata vida del escritor Alan Milne y la génesis de sus libros de cuentos que tuvieron repercusión mundial con las historias de los personajes Winnie the Pooh, Tigger, Pigglet y el chico Christopher Robin.
Alan Milne (Domhnall Gleeson) es un reconocido autor de obras teatrales cuando es llamado a alistarse en el ejército para la primera guerra mundial. A su regreso, ya nunca será el mismo. Cualquier explosión lo aterroriza y enloquece.
Incapaz de escribir, convence a su mujer Daphne (Margot Robbie) de mudarse al campo, donde el espera verse liberado de la atmósfera contaminante de Londres.
Pero su incapacidad para escribir hace que su enojada mujer lo abandone en la casa de campo en compañía de su hijo pequeño, Billie Moon (Will Tilston) quien está a cargo de su nana Nun, (Kelly McDonald, con su simpático acento escocés).
Pero hasta Nun los deja debido a la enfermedad terminal de su madre y padre e hijo deben acercarse e intimar. Es así como Alan toma contacto con los peluches de su hijo, en los que su Teddy Bear ocupa un lugar primordial.
Un día, mientras visitan el zoológico, Billie conoce a un oso pardo de Winnipeg, quien por ese motivo es llamado Winnie. Y este será el nombre con el que bautizará a su peluche.
Esta es la génesis de los cuentos de Alan Milne sobre los cálidos animalitos.
Lo que no imagina es que serán un éxito que traspasará todas las barreras de su intimidad, obligando a su hijo a jugar el papel de Christopher Robin.
Es una dramática historia donde se plantean los límites de la exposición a la notoriedad pública de los niños.
Muy bien filmada y actuada con absoluta convicción. Los personajes se mueven dentro de los hábitos flemáticos británicos que en los años 30-40 impedían la manifestación de emociones y sentimientos.
Trailer subtitulado en castellano
Ocho puntos sobre diez es mi puntuación para esta dramática historia. 

Los Cuentos no Contados de Armistead Maupin (Jennifer M. Kroot, 2017) 🌟🌟🌟

Este es un film documental sobre el escritor norte-americano Armistead Maupin.
En cierto modo es casi una autobiografía, ya que es el mismo escritor quien narra aspectos de su infancia, adolescencia y su complicada madurez en San Francisco.
Nacido en el seno de una tradicional familia sureña vivió la mayor parte de sus primeros años en Charleston.
Como cabe a un sureño se enroló en las filas del partido republicano y participó de la guerra de Vietnam.
Al volver de la guerra, participó en un grupo que promovía la ayuda a Vietnam para la reconstrucción de viviendas y por esa tarea fue recibido por el presidente Richard Nixon.
Pero había un detalle que nadie conocía. Armistead era homosexual.
Hasta que se mudó a San Francisco y comenzó a escribir sus historias para el diario San Francisco Chronicle, donde su sección "Tales of the city", se constituyó en un gran éxito.
Pero el editor veía como la sección se iba poblando de personajes homosexuales, transexuales y otros tipos de "desviaciones" que un diario tradicional no debería incluir.
En este film, muy bien guionado, es el propio Armistead quien nos cuenta acerca de su viraje de tradicional republicano a liberal homosexual.
Con la participación de las actrices que luego tomaron parte en la versión televisiva de sus "Tales of the city", Laura Linney y Olimpia Dukakis y de su amigo, el actor Ian MacKellen, se narran aspectos inesperados de la personalidad del escritor.
Es un documento ameno y divertido, donde los aspectos trágicas, el SIDA por ejemplo, no se evitan pero se tratan sin melodramas innecesarios.
Prácticamente desconocido en nuestras latitudes, tanto por su obra literaria como por la versión televisiva de su página diaria, es muy interesante enterarse de lo que sucedía en los años 80 y 90 en Estados Unidos.
Trailer en inglés
Dramatización del vehículo elegido para confesar a sus padres su homosexualidad
Siete puntos es mi calificación para este interesante documental que me abrió las puertas del conocimiento a este escritor desconocido para mí hasta este momento.


domingo, 10 de junio de 2018

Isla de Perros (Wes Anderson, 2018) 🌟🌟🌟🌟🌟

Ha habido obras que han encendido luces a mi imaginación durante toda mi vida.
"Los libros de Alicia", de Lewis Carroll, la colección completa de "El Benteveo Amarillo" de Monteiro Lobato, "West Side Story" de Leonard Bernstein y Robert Wise. A todas ellas debo agregar ahora "Isla de Perros".
En esta última obra del director Wes Anderson, es tanto lo que hay de innovación que no termino de maravillarme al recordar sus imágenes.
He tenido que aguantar el olor nauseabundo del pochoclo por haber visto la película en una sala colonizada por los yanquis donde se va al cine para comer y tomar gaseosas.
He tenido que lidiar con un público irrespetuoso que se levanta de sus butacas antes de que la película termine, ya que algo muy urgente los reclama fuera de la sala o porque en sus hábitos no figura ver una película completa, ya que suponen que los títulos finales no hacen parte de la obra.
Si pudieran obviar los títulos iniciales también lo harían, pero como eso no forma parte de las costumbres pochocleras, no lo hacen.
Dejando todas esas niñerías de lado, la película "Isla de Perros" es un compendio de todo lo bueno que se puede hacer en cine. Wes Anderson vuelve con sus eternos temas de simetrías y tomas frontales, que evidentemente, en esta película aún más, remiten al arte oriental.
Pero no solo es un deleite desde el punto de vista artístico, sino que la historia es muy oportuna como retrato de la civilización donde nos toca vivir.
Esos mismos espectadores pochocleros entregarían a sus mascotas al ostracismo de una isla de la basura (basura causada por el hombre ya que de refilón se menciona algo semejante a Fukushima), si el mandatario de turno así lo dictaminara.
Pero aún así (los mismos perros lo comentan, ninguno de nuestros amos nos ha venido a buscar), todo mal puede revertirse y ese es el mensaje final de Wes Anderson. El público no toleraría un desenlace un poco más real y adecuado a las costumbres neo-liberales.
El reparto de voces es un deleite, aclaro que la única voz que identifiqué inmediatamente fue la aterciopelada voz de Scarlett Johansson. Desde Greta Gerwig dándole su voz a una estudiante de intercambio que está indignada con lo que le han hecho a los perros, hasta Bob Balaban dándole su voz a King, uno de los perros finos que rescatan a Atari (Koyu Rankin) cuando su avión se estrella contra la isla de la basura. Hasta Tilda Swinton da su voz a una bulldog francés a la que llaman Oráculo porque puede predecir el futuro. Esto es porque entiende lo que dicen en la televisión.
Ah, y no me debo olvidar de Yoko Ono poniéndole su voz a la ayudante científica Yoko Ono.
No es de extrañar que en esta isla de la basura funcionara un parque de diversiones del alcalde Kobayashi al lado de un vertedero radiactivo. Que un tsunami destruyera las instalaciones en combinación con la erupción de un volcán.
Todo está dicho y contado en Isla de Perros, un magnífico guión de Wes Anderson, Roman Coppola, Jason Schwartzman y Kunichi Nomura (quien le pone su voz al malvado alcalde Kobayashi). La música, impactante, es de Alexandre Desplat. Debería mencionar a todo el equipo de técnicos y titiriteros, porque el producto final es escelente.
Trailer subtitulado en castellano.
Entrevista a los protagonistas (en inglés sin subtítulos)
Haciendo las marionetas (en inglés, sin subtítulos)
¿Es necesario que diga cuál es mi calificación? . Diez puntos sobre diez posibles para "Isla de Perros".

sábado, 9 de junio de 2018

Santa y Andrés (Carlos Lechuga, 2016) 🌟🌟🌟

Santa (Lola Amores) es una camarada a la que envían a vigilar a Andrés (Eduardo Martínez) durante los tres días que duren los Foros por la Paz en Santiago de Cuba.
Andrés es un prisionero político condenado por sus escritos contra el gobierno y por su homosexualidad.
Santa es una mujer de pueblo que no posee costumbres refinadas y a quien su jefe (Maikel Alexis Sanchez) tiene engañada para acostarse con ella.
Santa desconfía de Andrés y trata de no darle ocasión de entrar en su intimidad.
Andrés no se fue de Cuba cuando se fueron sus amigos escritores para estar cerca de su madre. Pero finalmente ha terminado prisionero en una cabaña en el monte donde sobrevive gracias a los dulces que prepara para vender en el pueblo. Pero en secreto, encerrado en la letrina de la cabaña, mantiene su último escrito. Sus memorias.
Durante los tres días de vigilancia, Santa aprende a estimar a Andrés y este le brinda sus pocas posesiones.
Esta es una película llena de sentimientos. Dos pobrecitos cuyas emociones los segregan de la gente se encuentran para disfrutar de las pequeñas cosas.
No hay mucho más que decir. El posible espectador tendrá que descubrir por sí mismo la magia de esta historia.
La dirección es excelente y no hay escena desperdiciada. También son para celebrar las actuaciones, ajustadas, sin desbordes, reales.
De la banda de sonido rescato esa hermosa poesía anónima "El colibrí y la flor" que canta Yolanda Milanés.
Trailer
El Colibrí y la Flor
Siete puntos sobre diez es mi calificación para esta excelente película cubana.