Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

domingo, 14 de febrero de 2016

Juventud (Paolo Sorrentino, 2015) 🌟🌟🌟🌟🌟

Paolo Sorrentino nos deslumbró el año pasado con "La gran belleza", gran premio del Festival de Cannes. Difícil competir consigo mismo y salir airoso, y sin embargo, lo logra.
Siguiendo los pasos del gran Federico Fellini, elige algunos de sus clichés para adornar su película y otra vez, lo logra. En la escena del cartel vemos a dos ancianos Michael Caine y Harvey Keitel, admirando la belleza escultural de Miss Universo (Madalina Diana Ghenea). Escena típica de Fellini.
También pone en escena la procesión hacia los baños termales que Fellini eligió para homenajear a Charles Chaplin, Nikita Mijalkov para homenajear a Fellini y ahora Paolo Sorrentino para homenajear a todos éllos.
Hay otra escena de antología, donde, en las laderas de una montaña suiza, verde hasta la exageración, las mujeres de la vida cinematográfica de Mick Boyle (Harvey Keitel) se le aparecen mostrándose en la plenitud del personaje que les tocó interpretar. Homenaje a "La ciudad de las mujeres" en cuanto a la idea, pero revitalizada por Sorrentino en cuanto al entorno idílico de la escena.
En un Spa suizo, en medio de esas montañas alpinas tan hermosas y tan bien decoradas, pasan sus días un director y compositor musical Fred Ballinger (Michael Caine) y su amigo de toda la vida, Mick Boyle, director cinematográfico.
Es en la esplendorosa cantidad de pequeños momentos y personajes donde Paolo Sorrentino encuentra su estilo, otra vez homenajeando a Fellini.
La masajista (Luna Zimic Mijovic) que dice comunicarse a través de la piel y que adivina las emociones de Ballinger con solo tocarlo.
El actor Jimmy Tree (Paul Dano) amargado porque la gente solo recuerda su actuación como robot y que está preparando en el aislamiento del spa el personaje que va a interpretar en su próxima película.
El equipo de guionistas que trabaja con Mick Boyle en la elaboración del script para su próximo film entre los que están el tímido, los enamorados, el gracioso, el barbudo.
El futbolista Diego Maradona (Roly Serrano) al que acompaña en todo momento su mujer (Loredana Cannata) con un equipo portátil de oxígeno. La pareja de alemanes que no hablan entre sí y son objeto de apuestas para Mick y Fred.
El mágico personaje de Lena Ballinger (la siempre cambiante Rachel Weisz) que se separa de su marido, el hijo de Mick Boyle, nada más comenzar la película y es protagonista de filosos diálogos con su padre.
La mantenida en formol actriz de Hollywood Brenda Morel (Jane Fonda) quien nos brinda una de las memorables escenas de la película.
El monje budista (Dorji Wangchuk) de quien se afirma que posee el don de la levitación y al que Fred acusa de ser un fraude.
Todo gira en torno a la decrepitud, a la pérdida de oportunidades de la vejez y sin embargo todo el film es un gran canto a la Juventud.
Cómo olvidarnos de la "Canción Simple #3" interpretada por Sumi Jo frente a la reina de Inglaterra quien envía a un gestor (Alex Macqueen) para que Fred Ballinger se preste a dirigir la orquesta en la función en honor del príncipe Felipe.
Todo es un festival de cine y un canto a la belleza y a la imaginación.
Trailer (subtitulado en francés)
Canción Simple #3
Diez puntos y diez más en agradecimiento por haber creado esta magia para los sentidos a Paolo Sorrentino.

sábado, 13 de febrero de 2016

Aullido (Howl) (Rob Epstein y Jeffrey Friedman, 2010) 🌟🌟🌟🌟🌟

Hacer un film con un poema es una tarea sobrehumana para cualquier creador. Entonces Rob Epstein y Jeffrey Friedman escriben el guión de su película cruzando varios diferentes acercamientos a la vida y obra del poeta Allen Ginsberg.
En uno, magníficamente filmado en blanco y negro, el poeta recita su poema en una especie de "cavern club" para una cincuentena de sus admiradores. Es la parte más brillantemente lograda del film. Los versos de Ginsberg, que a veces la película vuelve a repetir provocativamente, son más humanos en la voz de James Franco, que dicho sea de paso, es el actor que interpreta al poeta.
En otro de los acercamientos, el poeta, ya unos años mayor, participa de una entrevista en su casa con un periodista inominado. En esta parte es donde el poeta muestra su interior de una manera cálida y agridulce. Nos cuenta de su infancia, de sus amigos y amados Jack Kerouac y Neal Cassady y de sus dudas y peregrinaciones en busca de sí mismo.
El tercero de los acercamientos es a través de la animación de diversas partes del poema. En brillantes colores oscuros, las imágenes impactan aún más que las palabras de los versos a través del movimiento continuo, cercano a las imágenes de "The Wall".
Y el cuarto, pero no menos impactante de los acercamientos, es al juicio por obscenidad al que el editor de "Howl" Lawrence Ferlinghetti (Andrew Rogers) fue sometido en el año 1957.
Se pone en movimiento, como lo condensa el juez Clayton Horn (Bob Balaban), la libertad de expresión que tan cara es al espíritu constitucionalista de los estadounidences. Digo al espíritu, porque en la práctica dejan mucho que desear.
Hay testigos por la defensa de Jack Ehrlich (John Hamm) y del fiscal Ralph McIntosh (David Strathairn) que expresan lo que es el sumun del arte y del lenguaje artístico, versus lo mal intencionado de las mentes acusadoras.
Una frase del fiscal deja atónito al juzgado y al espectador. Cuando le es denegada una impugnación exclama, "Lo siento, abro mi boca y de élla salen puños", digna del poema que está tratando de condenar por obsceno.
Imprescindible es para el espectador inteligente, que como era mi caso, no conociera a Allen Ginsberg, ver esta película. También lo es para el espectador de mente abierta defensor de la libre expresión de las ideas y de los sentimientos.
Como la hermosa banda de sonido de Carter Burwell que acompaña magníficamente las cálidas y sorprendentes imágenes de la película.
Holy!
Si ya viste en el enlace este hermoso poema de Ginsberg y tu mente se abrió a tu corazón, no dejes de ver esta película. Diez puntos sobre diez para "Aullido".

lunes, 8 de febrero de 2016

Carol (Todd Haynes, 2015) 🌟🌟

Muchos amantes del cine recordarán a Todd Haynes por su excelente realización "Lejos del paraíso" con Julianne Moore, aquella historia ambientada en los años 50, donde una mujer se siente abandonada en su matrimonio y recurre a una relación con su jardinero negro. Hay que aclarar que el marido es homosexual y se escapa para vivir aventuras.
Carol también está ambientada en los 50. En lugar de Julianne Moore vamos a admirar a una excelente actriz como Cate Blanchett a quien recordamos de su magistral actuación en el film de Woody Allen, "Blue Jasmine" y algunos pocos la habremos visto en "Notas para un escándalo".
Basada en una novela de Patricia Highsmith denominada "El precio de la sal" cuando fue publicada en USA bajo un seudónimo. Luego al publicarse en UK bajo su nombre recibió su verdadero nombre "Carol". Adaptada para el cine por Phyllis Nagy, amiga de Patricia Highsmith, consigue tensar la cuerda de las emociones de una manera bastante sensata.
En los años 50 no estaba bien visto que una mujer casada y con hijos viviera una relación con otra mujer. La otra mujer es Therese Belivet (Rooney Mara) quien confiesa no saber bien lo que quiere y por eso decir que sí a todo lo que se le presenta.
Las distintas vicisitudes de la relación entre Carol y Therese, junto con la reacción del marido de Carol, Harge, (Kyle Chandler), hacen el nudo de la película.
Quien espere ver un alegato en favor de las relaciones lesbianas se va a llevar una sorpresa, porque tanto el guión como la dirección excesivamente mesurada de Todd Haynes, convierten a los personajes en figuras tiesas y contenidas, tan contenidas que no reaccionan jamás.
La única reacción de Carol es en la reunión con el juez y los abogados por el divorcio, donde el marido solicita la custodia exclusiva de su hija.
No la voy a contar para que el espectador curioso tenga una excusa para ver las casi 2 horas de duración de esta película.
Por momentos la excesiva lentitud y falta de emociones se vuelven pesadas. Amo el cine lento cuando se vuelve hipnótico y "Carol" no es una película hipnótica.
Si bien está magistralmente filmada y la recreación de la época tanto en ropa, costumbres y modelos de auto es exquisita, el espectador siente que le deben algo más.
Trailer
Seis puntos sobre diez para "Carol" es mi puntuación, a pesar de las excelentes actuaciones y medida dirección de Todd Haynes.

domingo, 7 de febrero de 2016

Un hombre irracional (Woody Allen, 2015) 🌟🌟🌟🌟🌟

Cuando uno elige ver una película de Woody Allen, más o menos sabe lo que va a ver o por lo menos qué intenciones subyacen en sus películas.
En "Un hombre irracional" hay mucho diálogo. Mucho diálogo intelectual, ya que el "irracional" es un profesor de filosofía, Abe Lucas (Joaquin Phoenix) quien llega al Braylin College precedido por su fama de niño terrible.
Casi todas las estudiantes fantasean con tener un asunto con él y las profesoras también.
Entre las estudiantes deseosas de relacionarse con él está Jill (Emma Stone) quien a pesar de tener un novio más o menos formal, Roy (Jamie Blackley), no descarta contactar al profesor inquietante.
También Rita Richards (Parker Posey), fantasea con llevárselo a la cama y con algo más, que este hombre la arrastre con él a una nueva vida en Europa.
Los intentos de Rita tienen un éxito parcial, ya que el sexo con Abe es un fracaso, Abe está impotente desde hace cosa de un año. Impotente sexualmente e intelectualmente. El libro que está escribiendo está detenido desde hace tiempo.
En cambio Jill avanza pisando fuerte en su intención de construir una relación con Abe. Tanto que Roy está molesto de oirla mencionar en todo momento a Abe. Pero Abe mantiene su caracter sombrío y destructivo, desencantado de la vida.
Estando un día en una cafetería, escuchan una conversación del otro lado del asiento (truco usado por Woody Allen con bastante frecuencia). Una mujer solloza que el juez le va a quitar a sus hijos porque está en connivencia con el abogado de su esposo y que élla no puede hacer nada, pero que quisiera que le agarrara un cáncer a este juez corrupto.
Abe piensa para sus adentros, con desear algo no vas a conseguir nada. Sería más eficaz que alguien lo matara. Pero como no lo vas a hacer, lo voy a hacer yo.
De allí en más, el caracter de Abe cambia. Como que su vida cobra significado planeando el asesinato y haciendo que este sea el crimen perfecto.
Como el asiduo espectador de Woody Allen ya conoce, "Un hombre irracional" es una nueva versión de "Crimen y castigo", que es mencionada en varias partes de la película.
El final es atropellado y violento, al mejor estilo de Woody Allen, pero yo, como espectador, tuve una sensación interna muy fuerte que no sé cómo explicarla por el contenido de la película.
Todo lo que el film intenta demostrar a través de la moral y la culpabilidad, está de algún modo revertido por Woody Allen, para que el espectador termine defendiendo el crimen y acusando a sus jueces.
No voy a decir nada más porque nada más lejos de mi voluntad que influenciar a los posibles espectadores.
Lo que sí puedo afirmar es que, con o sin intenciones subliminales, es uno de los films más sólidos de los últimos tiempos dentro de su producción cinematográfica.
Trailer
Diez puntos sobre diez posibles para este importante film de Woody Allen. No dejen de verlo.

martes, 2 de febrero de 2016

Mi vieja dama (Israel Horovitz, 2014) 🌟🌟

Israel Horovitz es un dramaturgo estadounidense, autor de más de 50 obras teatrales, muchas de éllas trasladadas al cine. En este caso se elige a sí mismo para escribir el guión y filmar su propia obra, "Mi vieja dama".
Pero la producción de esta película, a pesar de ser distribuida por Sony, le va a corresponder a la BBC films y se va a filmar completamente en París.
Así que estamos ante un extraño híbrido cinematográfico-teatral de una obra estadounidense, pero filmada como una película europea, incluyendo diálogos en francés.
Israel Horovitz no se equivoca al hacer de su obra una película europea. Si bien en la trama hay mucho europeo, el desarrollo y la dramaturgia no dejan de ser estadounidenses. Al convertirla en una película europea, con tiempos, climas y actuaciones europeas, la película gana en calidez y humanidad.
Mathias Gold (excelente interpretación de Kevin Kline), es un cincuentón viejo y amargado, que llega a París para vender la casa que su padre le ha dejado en herencia. Lo que él desconoce es que la casa fue adquirida por un extraño término de contrato francés, un viager, por el cual la propiedad queda en poder del vendedor hasta que este muera y el comprador abona su compra pagando una renta mensual al vendedor.
La vendedora, es nada menos que la vieja dama del título de la película, Mathilde Girard (la inefable Maggie Smith), quien admite tener 90 años, cuando en realidad ya cuenta 92 en sus espaldas.
Esta situación desespera a Mathias, quien contaba con la venta de la casa para rehacer sus finanzas y que ha gastado todo lo que le quedaba en pagarse el viaje a París.
Mathilde, compadeciéndose de Mathias lo invita a quedarse en la casa por un tiempo. Cuando su hija Chloé (Kristin Scott Thomas, excelente como es lo habitual), lo descubre a la mañana siguiente, inmediatamente piensa en echarlo.
Lo que Mathias desconoce aún, es que Mathilde fue la amante de su padre durante muchísimos años y que, probablemente la compra de la casa en esas condiciones, a la muerte del marido de Mathilde, tuviera otros motivos y no los meramente comerciales.
Los hilos del drama están echados. Chloé fue muda testigo del adulterio de su madre, al que su padre Girard consintió de algún modo.
Por el lado de Mathias, su madre tuvo cinco intentos de suicidio, hasta que el último le dio resultado, se disparó en la boca delante de su hijo.
Pero Mathilde aún insiste en que la relación que tuvo con el padre de Mathias fue lo más hermoso que le pudo haber pasado.
El espectador va a ser inducido con buenas y malas artes a inmiscuirse en el alma de estos tres personajes y, si bien, el final es previsible, mientras se consuma el drama, va a convertirse inevitablemente en cómplice del director, a no ser que deje de ver el film.
Una muy ingeniosa película, comedia pequeña en envergadura, ya dijimos que fue realizada al estilo europeo, pero con tres actuaciones de primera calidad.
Trailer
En pequeños papeles aparecen Dominique Pinon (Auguste Lefevre, un agente inmobiliario) y Noemie Lvovsky (Dra. Florence Horowitz), para adornar la película.
Siete puntos sobre diez para esta inteligente película de Israel Horovitz.

lunes, 1 de febrero de 2016

Mis hijos (Dancing arabs) (Eran Riklis, 2014) 🌟🌟🌟🌟🌟

Los distribuidores de películas son muy poco creativos a la hora de elegir el título con que un film será presentado. Así es como "Dancing arabs" (Árabes bailando) se ha transformado en "Mis hijos". Dejemos de lado el no-sentido del cambio de título y sigamos adelante.
Dirigido por Eran Riklis, quien nos descubrió un aspecto desconocido de la mentalidad rascista de los israelíes con su película "Los limoneros", reincide con el tema, esta vez a través de la novela "Dancing arabs" de Sayed Kashua, quien también es el autor del guión. Escritor y periodista árabe israelí que escribe y publica en hebreo. Estudió sociología y filosofía en la Universidad Hebrea de Jerusalén y trabaja como columnista para el Haaretz.
En el argumento se describe la historia de Eyad (Razi Gabareen de chico y Tawfeek Barhorn de adulto), un muchacho palestino de la ciudad de Tira, en Israel. Por su gran capacidad intelectual, Eyad es aceptado en un prestigioso instituto israelí en Jerusalén, así que debe dejar a su familia, su padre Salah (Ali Suliman), quien a pesar de haber estudiado en la universidad es recolector de fruta como consecuencia por haber actuado en manifestaciones políticas, su madre Fahima (Laetitia Eido) quien lo quiere con locura, sus hermanos y su querida abuela Aisha (Marlene Bajali) quien le hace prometer que el día que muera sea envuelta con una mortaja traída de La Meca.
Así es. Como los árabes son ciudadanos de segunda clase en Israel. Un ejemplo, buscando trabajo en restaurantes de Jerusalén no lo aceptan como mozo por ser árabe, solo como lavaplatos.
Naturalmente, aunque su desempeño en el colegio es bueno, es foco de agresiones y burlas de parte de sus compañeros israelíes. Sin embargo, por participar de un trabajo comunitario, conoce a Yonatan (Michael Moshonov) y a su madre Edna (Yael Abecassis). Yonatan sufre de una distrofia muscular progresiva que le va impidiendo moverse. A pesar de ser árabe, Eyad es bien aceptado por Yonatan, con quien comparte gustos musicales y al que introduce en el mundo de la música rock árabe. Y se hacen grandes amigos.
También conoce a Naomi (Daniel Kitsis), una inteligente compañera del instituto, de quien se enamora perdidamente. También Naomi está enamorada de Eyad, pero una vez le cuenta que le preguntó a su madre qué pensaría si le dijera que está enamorada de un árabe. La madre le contestó que "preferiría que me dijeras que eres lesbiana, drogadicta o incluso que tienes cáncer, pero nunca me digas que sales con un árabe".
El argumento se mueve en direcciones inesperadas y casi siempre mostrando la terrible segregación que hay en el pueblo israelí hacia los palestinos. Esto no convierte a la película en un panfleto de derechos humanos ni tampoco en un caos emocional, pero inevitablemente el espectador sensible va a ir acumulando la carga de cada uno de estos sinsentidos.
Es más, el conflicto representado en la película es válido para cualquier minoría segregada en sociedades con inclinaciones abiertamente rascistas, como lamentablemente cada vez más hay en nuestro pobre mundo.
Todos los aspectos técnicos, la música, la fotografía y las actuaciones son excelentes. El espectador no va a quedar defraudado por esta película.
Trailer
Indudablemente "Dancing arabs" merece los 10 puntos de mi calificación y espero que también a los espectadores les guste tanto como a mí.