Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

domingo, 12 de marzo de 2017

El Viajante (Forushande) (Asghar Farhadi, 2016) 🌟🌟🌟🌟🌟


Por primera vez en mi blog, voy a introducir una crítica ajena. Es tan buena y coincide tan plenamente con mis emociones que decidí copiarla.

Genial crítica de James de Bello (Italia) a la película iraní "El viajante" de Asghar Farhadi-.
-Después de haberse mudado a su nuevo hogar, Emad (Shahab Hosseini) y Rana (Taraneh Alidoosti), un par de actores se encuentran en una difícil situación después de sufrir una violación de su hogar. Lo que pasan por las actuaciones en el teatro local de la obra de Arthur Miller "Muerte de un Viajante" su relación da un giro de la que podrían no volver nunca.
-Traté de mantener la sinopsis lo más vaga posible para no estropear la película, ya que, como en la mayoría de las películas de Farhadi, el incidente detonador se produce más adelante en la película y el drama en última instancia, no se desarrolla hasta el tercer acto, algo que a este Director le gusta hacer y en el que sobresale, dando siempre prioridad al espacio en el que los personajes se desarrollan y viven su vida cotidiana.
-Y esas son precisamente las razones por las que "El Viajante" es un cuento de venganza fantásticamente sutil y moralmente complejo, enmascarado como un drama doméstico, que tiene uno de los mejores trabajos de actores que he visto en 2016, aunque esto podría ser demasiado poco decir en un terreno familiar de Farhadi.
-No es una coincidencia que Shahab Hosseini haya ganado el premio al mejor actor en el Festival de Cine de Cannes, si hay una razón por la que esta película tiene éxito es él. Esta
actuación es cruda y auténtica en su propia forma única. Logra guiarnos a través de cada una de las etapas de degradación que atraviesa su personaje y se las arregla para hacerlo sin que nos demos cuenta. En un nivel de superficie es donde el arco del carácter que atraviesa sería difícil de creer, hay algunos cambios que no parecen naturales cuando se deletrean. Sin embargo, Hosseini logra vendernos a esta persona y toda la turbulencia que tiene que atravesar, se las arregla para mejorar pequeños momentos que no puedo imaginar trabajando en su papel. Se ajusta a la perfección en el mundo que Farhadi construye y sale dando una potencia a una actuación que guía al público a través de toda la narración.
-Ciertamente, Farhadi merece compartir parte del crédito por el rendimiento también, por muchas razones. En primer lugar, al igual que en todas sus películas, las actuaciones de todo el staff son perfectas, dirige a los actores a la perfección y ni siquiera te da la oportunidad de darte cuenta de esto. La manera en que él maneja únicamente la captura de la vida cotidiana es profundamente asombrosa. Desde el trabajo de la cámara hasta todos los detalles del bloqueo de los actores hasta las palabras que dicen, el tejido de lo ordinario que logra poner en pantalla es impecable. No tengo ni idea de si todo esto es meticulosamente pensado o si se deja a la improvisación brillante y no lo quiero saber, lo que está claro para mí es que como director sus métodos de trabajo son excelentes y los resultados que logra producir en la pantalla son notables.Es por eso que, cuando se trata de construir el drama, Farhadi es tan magistral. La evolución del mismo es natural y no se siente obligado nunca sobre los personajes, los paralelos trazados con el teatro podrían ser un poco demasiado en la nariz, pero son sorprendentemente relevantes y son utilizados para un efecto cinematográfico increíble. Él logra construir y construir el drama y al hacerlo culmina en un final fascinante donde todos los temas y las preguntas morales que la película hace fluyen naturalmente de ella y te dejan colgando en el momento justo.
-También se las arregla para construir una compleja red de señales visuales y utilizarlas eficazmente para complementar los personajes y la historia, una vez más aquí los paralelos visuales con el teatro son una alegría verlos desplegar. Hay que decir que este es un territorio muy familiar para Farhadi,
el contraste de la justicia personal frente a la justicia
institucionalizada ya era muy relevante en su película anterior "La Separación" y también lo es la perspectiva de la venganza, la degradación y el peaje de los individuos y los resultados destructivos de la misma. A veces incluso siente como si estuviera retrocediendo sus pasos y para alguien que ha visto su película esto podría resultar en un resultado ligeramente predecible, a pesar de que el drama autocontenido en la película nunca pierde su relevancia para los personajes, resultando en una fascinación constante Ver que desafía al espectador y desafía ritmos cinematográficos tradicionales y las expectativas
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Trailer
No tiene sentido pretender calificar una obra de arte. Excepcional desde todo sentido, desafío a que los espectadores recuperen el habla al finalizar la película y vuelvan a su estado natural.

domingo, 5 de marzo de 2017

Manchester frente al mar (Kenneth Lonergan, 2016) 🌟🌟🌟🌟

En el cine norteamericano detona periódicamente una supernova que ilumina el cielo de las estrellas hollywoodense durante un momento. Ese es exactamente el caso de "Manchester frente al mar", escrita y dirigida por Kenneth Lonergan.
Como antecedentes se puede citar "Margaret", película que aún no he visto, pero que tiene excelentes críticas.
No es que aporte nuevas ideas al mundo del cine, es más, su estilo es ultra conservador, pero hereda de Clint Eastwood el ritmo que le permite explorar en todas sus posibilidades las escenas dramáticas y a su vez transforma en drama a todo el continente de la película..
Es realmente asombroso como consigue que Casey Affleck, quien lleva sobre sus hombros todo el peso de la historia, sea convincente en su personaje de Lee Chandler, un arquetipo del norteamericano de clase baja, que está huyendo de sus emociones y por lo tanto de su vida. Es más, utiliza recursos que yo creo que ni Casey Affleck sabía que los tenía, dosificados con tanto arte y contención que resultan asfixiantes para el espectador. Y no es que los aborde con inexpresividad como Ryan Gosling en "La la land" (aún no entiendo como esta buena película pudo haber sido elegida para competir por el título de mejor película en el show de los Oscar), sino que se adivina realmente la contención en su mirada, en sus gestos. Cuando la represión hace que estalle en llanto en una de las mejores escenas dramáticas, hasta el llanto es contenido y para el espectador, absurdamente real.
Todos los personajes de la historia, especialmente Patrick (Lucas Hedges), la ex-mujer de Lee, Randi (la estupenda Michelle Williams), el hermano de Lee, Joe Chandler (Kyle Chandler), su amigo George (C.J. Wilson) y la madre de Patrick, Elise Chandler (Gretchen Mol), brindan actuaciones memorables, justamente por convertirse en seres muy alejados de la humanidad emotiva y viviente. Cargan con sus vidas como si de objetos se trataran y siguen su curso adelante sin detenerse a meditar ni un segundo en los hechos que están viviendo.
La escena entre Randi (Michelle Williams) y Lee (Casey Affleck) cuando se encuentran por casualidad en una calle de Manchester, es donde la incomunicación se lleva todas las palmas a la mejor represión. Quieren decirse que se quieren, pero no pueden, están absurdamente bloqueados por el estilo de vida que llevan.
Hay otra escena memorable en la película, donde se revelan los recuerdos más dolorosos de Lee. Toda esa escena no tiene ni una sola palabra. Está iluminada por el "Adagio" de Albinoni, en una de las mejores utilizaciones que haya visto en la historia del cine de este dramático tema.
Excelente la banda de sonido de Lesley Barber. Interpreta notablemente las ideas del escritor y director Kenneth Lonergan.
El espectador sensible va a sentirse despojado de sus sentimientos y de sus emociones, porque toda la película colabora eficazmente en ese sentido y va a permanecer en silencio. Pero es una experiencia que no va a olvidar fácilmente.
Trailer
Nueve puntos sobre diez para una excepcional página del cine contemporáneo.