Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

martes, 29 de octubre de 2013

Bella addormentata (Bella durmiente) (Marco Bellocchio, 2012)

Esta "bella durmiente" no se despierta con un beso apasionado de un príncipe azul.
Marco Bellocchio plantea en su película, de diferentes maneras, acercamientos al problema de conciencia que nos plantean los seres humanos que han entrado en coma y permanecen con vida vegetativa debido a los adelantos técnicos de la medicina. Y las pequeñeces subjetivas de los que están envueltos en estos dramas.
Dicho más claro, el problema que se debate en las diferentes historias que cruzan por la película, es el derecho a mantener con vida a quien ha dejado de vivir por diferentes razones.
Toni Servillo encarna a un senador italiano con problemas de conciencia para aprobar una ley que su partido exige que sea aprobada, pero con la que él no está de acuerdo.
Isabelle Huppert es la "madre" abnegada y muy religiosa, de una muchacha que permanece en vida vegetativa. Por cuidar a su hija, descuida a su hijo vivo y que también la necesita.
Alba Rohrwacher es María, la hija del senador italiano, combatiente católica por los derechos a la vida, que vuelve a la vida cuando se enamora de Roberto (Michele Riondino).
Roberto tiene la vida consagrada a cuidar de su hermano, activista ateo (y psicótico) por los derechos a morir que tienen las personas conservadas con vida.
Pier Giorgio Bellocchio es el Dr. Pallido, quien se obliga a mantener con vida a Rossa (Maya Sansa), drogadicta y suicida, quien no quiere conservar su propia vida.
El submundo de los senadores, en un baño romano, consumiendo anti-depresivos, para poder sobrevivir a las críticas de la gente.
Todas estas historias, van circulando por el film, sin que se pierda el hilo de la historia y en todas el último sentido es el mismo, el derecho a decidir sobre la propia muerte que tenemos los seres humanos.
Impecablemente realizada, con la solvencia que le dan sus años de experiencia en cine, Marco Bellocchio nos lleva a replantear esta situación que además de ser política es profundamente humana.
Diez puntos para "Bella addormentata".
Trailer oficial


lunes, 28 de octubre de 2013

Los últimos días del mundo (Arnaud y Jean-Marie Larrieu, 2009)

Basada en una novela de Dominique Noguez, "Los últimos días del mundo" narra el viaje en busca de su destino que emprende Robinson (Mathieu Amalric) en los que aparentan ser los últimos días del mundo tal como lo conocemos.
Una guerra nuclear ha estallado en el mundo y los síntomas de la decadencia final están diezmando la sociedad europea.
Pero Robinson va en busca de su amada Lae (Omahyra Mota), a quien ha perdido un tiempo atrás.
A través de diferentes raccontos nos enteramos de como Robinson abandonó a su mujer y a su hija para ir detrás de Lae. Y como a su vez Lae se deshizo de él.
En el transcurso vamos descubriendo cómo ha llegado a su inactividad en las playas de Biarritz, donde una librera le ofrece un libro de cocina con espacio para tomar notas en reemplazo de los cuadernos que ya no existen y donde Robinson escribirá su historia.
La librera (Catherine Frot) volverá a cruzarse una y otra vez con Robinson y juntos se encontrarán en su huída a España, en Pamplona, para las fiestas de San Fermín. Allí también se suceden los atentados y deberán huir una vez más.
Robinson quiere llegar a Zaragoza, donde vive la madre de Lae, para preguntar por élla. Ombeline, la librera, deja atrás a su marido que se ha fugado con Iris (Clotilde Hesme), la hija de un tenor español, amigo de Robinson, Theo (Sergi Lopez).
En Toulouse se va a encontrar con una ciudad desierta luego de que el presidente francés anunciara que deja el gobierno porque ya es un sinsentido. Se va a encontrar con su ex-mujer Chloe (Karin Viard) quien trabaja para el ejército francés. Ella le ofrece huir de la ciudad pero él no quiere irse, por lo que élla decide acompañarlo, pero un misil va a frustrar su posible reencuentro.
Como verán la historia es apocalíptica y muy compleja y tiene miles de vericuetos y está tan bien realizada que ninguno de éllos hace agua o naufraga en las arenas movedizas de la insensatez, probablemente porque el guión escrito sobre la novela de Dominique Noguez le aporte verosimilitud al desarrollo de la historia.
Hasta último momento estaremos siguiendo el periplo de Robinson, quien luego de una pesadilla en el castillo de la Marquise d'Arcangues (Sabine Azema en una aparición triunfal), decide retornar a Paris.
Y no sigo contando la historia para que la vean por ustedes mismos.
Muy interesante película, sin huecos, perfectamente realizada y con equipos en Francia y en España muy bien coordinados.
El ritmo es constante en las dos horas de duración y la atención no decae un instante.
Ocho puntos para la película de los hermanos Larrieu.



sábado, 26 de octubre de 2013

El dulce viaje (Voyage en douce) (Michel Deville, 1980)

Lucie y Helene han sido amigas desde la infancia. Ahora temen afrontar la crisis de los 30 años cuando sus relaciones de pareja colapsan.
Helene debe viajar a la Costa Azul para alquilar una casa de veraneo e invita a Lucie para que la acompañe.
Lucie está encarnada por Geraldine Chaplin y Helene por Dominique Sanda.
Con estas dos maravillosas actrices y un libro más que interesante, Michel Deville construye una hermosa película sobre la relación de las dos amigas entre los paisajes de la Provenza.
Recuerdos, hechos imaginados y pesadillas afloran a la memoria de las dos amigas durante ese fin de semana y así son vividos por una cámara inteligente, que sin mantener una relación demasiado íntima con las dos actrices, registra todas las emociones que pasan por sus cuerpos.
Hay momentos emotivos, momentos cargados de erotismo y momentos tremendos, como cuando Lucie narra la violación de la que fue objeto. La cámara sigue de lejos el paseo de las dos amigas por la campiña mientras el sonido narra en tiempo real lo que Lucie está contando a su amiga. Sublime momento del cine.
Una película muy "dulce" para ver, haciendo mención a su título, sin crispaciones ni histerias.
Vayan 9 puntos para "El dulce viaje".
La escena de la violación
Si no la encuentran no desesperen, ya aparecerá alguna copia en internet.

jueves, 24 de octubre de 2013

Blue Jasmine (Woody Allen, 2013)

¡Qué difícil ser Woody Allen! y al mismo tiempo, qué placer extraordinario se debe sentir al largar al mundo, año tras año, estas maravillosas creaciones.
Para ser original consigo mismo, esta vez efectúa una transposición de "Un tranvía llamado deseo" de Tennessee Williams. Es una adaptación libre y cargada de miles de pequeños detalles que hacen tan sabroso al producto final.
Y para el personaje de Blanche elige a Cate Blanchett, toda una redundancia. Y está todo dicho. Dudo mucho que Cate Blanchett pueda encontrar en toda su carrera un personaje más rico que el de Jasmine, con una caracterología tan fuerte y tan colmada de emociones liberadas y reprimidas.
Jasmine llega a San Francisco (novedad absoluta en la filmografía de Woody Allen), con una carga muy pesada que la película entre raccontos y situaciones de riesgo, se va a encargar en ir develando, gota a gota, poco a poco. Al mismo tiempo, su reinserción en la sociedad humana, le provocará miles de nuevos conflictos que por no resignarse a dejar quien fue no logra resolver adecuadamente.
Su hermana, encarnada magistralmente por Sally Hawkins, va a ser el contrapunto constante de Jasmine. Hermanas, hermanastras en realidad, las dos adoptadas, representan en un mundo maniqueo creado por Woody Allen, una a las personas cultas y refinadas, parte de una sociedad adinerada y la otra a la gente ordinaria, las chicas de barrio. Cajera de una tienda, con dos hijos absolutamente comunes que tuvo con un marido albañil y que tiene a un novio obrero (genial actuación de Bobby Cannavale). Esos dos mundos, van a luchar palmo a palmo, por adaptarse a convivir uno con otro y según la visión de Allen, sin tener resolución.
No hay mucho humor en esta versión despiadada de la despersonalización de Blanche-Jasmine, en la sociedad. Más bien es un drama traumático en el cual Allen apuesta todo por el todo a las chicas de barrio.
Van nueve puntos sobre diez en mi calificación, porque el final está resuelto con aceleración y Woody Allen no recupera de su admiración por Bergman, la conclusión lenta y precisa de sus personajes.

viernes, 18 de octubre de 2013

Un hombre de suerte (Lindsay Anderson, 1973)

Basada en una idea original de Malcolm McDowell, "O Lucky Man", es la Odisea de un joven héroe de la sociedad británica de los años 70.
Idealista y ambicioso, obtiene su primer trabajo gracias a su sonrisa y allí va a ejercer sus dotes de vendedor. A los pocos días de asentado en su zona le comunican que debe extender su zona al norte también. En busca de la entrada a una base militar, lo detienen por espía y lo llevan encapuchado a interrogar. Bajo los efectos de la picana eléctrica confiesa lo que quieran sus captores. Firma una confesión, pero en ese momento suena la alarma de evacuación y sus interrogadores huyen, solo queda la mujer de la cafetería que dice, "siempre dejan todo sucio".
Allí comienza la pesadilla donde un poco arriba a los tumbos, siempre en función de su idealismo y su ambición, vuelve a caer un poco más abajo.
Al final de su recorrido, de vuelta en Londres, tras haber pasado unos años en la cárcel, sale otra vez lleno de ideales y ambiciones y esta vez la caída es completa.
Vagando sin rumbo por la ciudad encuentra un hombre que distribuye volantes de una búsqueda de actores y se presenta. Al director de la selección, casualmente el mismo director Lindsay Anderson, le gusta su mirada y lo hace llamar, le sacan fotos con libros bajo el brazo y con una metralleta (un deja vu de su anterior película juntos "If..."). Le piden que sonría y él dice con qué motivo, no importa el motivo, que sonría, dice que no tiene razón de sonreir, el director entonces le pega un carpetazo en la cabeza y, lentamente, mientras la cámara se acerca, empieza a esbozar una sonrisa.
Esto es sólo un extracto muy reducido de lo que esta inmensa película alberga. Es tan actual hoy como en 1973 y las costumbres y errores de nuestra sociedad no han cambiado mucho. Es más diría que se han intensificado.
La música es algo especial, ya que los clips musicales de la banda de Alan Price están fundidas con el argumento de la película. Las letras son muy elocuentes. "Si tienes un amigo en quien confiar, eres un hombre de suerte, si tienes una razón para vivir y no morir, eres un hombre de suerte".
Es una maravilla descubrir a una Helen Mirren terriblemente joven y a un elenco que va rotando en los diferentes caracteres que hay en la película. Ralph Richardson por ejemplo hace de vecino del cuarto de hotel y del multi-millonario sin prejuicios.
Es muy difícil no emocionarse con el carpetazo final, ya que todos, de una manera u otra, hemos vivido el purgatorio de los males de este mundo y muchas veces no tenemos un motivo para sonreir.
Alan Price - O Lucky Man!
Diez puntos para esta genial realización de Lindsay Anderson, donde todos los males de nuestro mundo tienen cabida. Experimentos genéticos, explotación del empleado, guerras en países tercermundistas, millonarios inescrupulosos, ejércitos de salvación sin salvación posible. Bandas de vagabundos sucios y violentos. Todo pasa por el lente de Lindsay Anderson en "Un hombre de suerte".

miércoles, 9 de octubre de 2013

Wakolda (Lucía Puenzo, 2013)

No es un secreto, en los primeros minutos de la película ya se sabe que Josef Mengele, uno de los criminales de guerra nazis más violentos, es el alemán que sigue a esta familia por los caminos de la Patagonia con rumbo a Bariloche.
El argumento de la película gira en torno a Lilith (extraordinario debut en el cine de Florencia Bado) y sus padres, Eva (una magnífica Natalia Oreiro) y Enzo (un correctísimo Diego Peretti), pero el fantasma que ronda en toda la película es el de Josef Mengele, una estupenda actuación de Alex Brendemühl.
Los dibujos que cubren las hojas de su cuaderno son notas amenazantes desde el mismo comienzo de la película.
Lilith ingresa a un colegio alemán de la ciudad de Bariloche, donde algunos de sus profesores y alumnos forman parte de una sociedad de protección a los criminales nazis refugiados en Argentina.
Este submundo de partidarios nazis es mucho más amenazante para el espectador que la presencia de Josef Mengele.
Elena Roger, personifica a Nora Edloc, una caza nazis que infiltrada en el mismo colegio, reúne información acerca de los criminales en Argentina.
Como Lilith sufre un retraso en su crecimiento, Mengele promete a la madre hacerla desarrollar y a su vez la utiliza como objeto de sus experimentos.
Hay que felicitar el excelente trabajo de dirección de Lucía Puenzo, porque con todos estos datos, la película podría convertirse en un thriller demoníaco. Pero no. La tensión dramática está más bien contenida, como los paisajes montañosos con lagos de ensueños y va desarrollándose con naturalidad y falta de enjuiciamiento moral.
Es una película de la cual no hay ni un minuto que esté de más y donde el ritmo cinematográfico es lo suficientemente tranquilo como para poder absorver los datos reales sin caer en la exasperación.
Ocho puntos para esta excelente obra cinematográfica.

Más allá de las colinas (Dupa dealuri) (Cristian Mungiu, 2012)

Esta película del director rumano Cristian Mungiu, recibió premios a la mejor actriz (para las dos intérpretes principales, Cosmina Stratan y Cristina Flutur) y al mejor guión, del mismo director, en el festival de Cannes 2012.
Estos antecedentes ya la hacen candidata a ser vista, pero además, la historia que cuenta, es muy sugestiva y atrayente.
Dos huérfanas que se han separado luego de finalizar los estudios en el orfanato, vuelven a encontrarse en el convento donde una de éllas, Voichita, ha profesado como monja. La que llega, Alina, viene de Alemania, donde trabajó como camarera, pero precisa conseguir algunos documentos para poder volver a trabajar en Alemania. La relación amorosa que las unió en los días del orfanato, sigue aún muy viva para Alina, la recién llegada, mientras que para Voichita, la monja, todo ha quedado atrás y piensa que su único destino es sobrevivir en el convento a través de su entrega espiritual.
El convento es un mundo aparte para las monjas que viven en él. Es su refugio frente a la violencia del mundo exterior. Pero a su vez también la entrega debe ser total. Las reglas son férreas y deben cumplirse sin el menor atisbo de crítica o intento de cambio.
Alina quiere forzar a Voichita, para que viaje con élla a Alemania y, al no conseguirlo, reacciona violentamente. Es entonces cuando el mundo silencioso y pacífico del convento, reacciona.
El desarrollo de la trama no da mucho tiempo para que el espectador se acostumbre al rumbo que toman los hechos y el desenlace se viene encima estrepitosamente.
Es una película que agita y conmueve. Por lo cercanos que estamos todos a este tipo de soluciones para ocultar la violencia de la sociedad actual frente al disconforme o al individuo en búsqueda de su verdad.
No se trata de que todos vivamos en el convento, pero en los trabajos de nuestra sociedad, el acatamiento de las normas que se deben cumplir o sino, dejar el lugar que nos permite vivir en paz en tanto no nos salgamos del guión establecido, es igual de estricto y no difiere en mucho del del convento.
No es extraño que este mensaje nos llegue desde uno de los países que más sufrió la dictadura del comunismo, donde con más saña los individuos estuvieron presos de un regimen de terror.
El contraste entre la violencia cotidiana de los personajes fuera del convento, el orfanato, el hospital y la dulzura y sometimiento de las monjas del convento, es tal que uno diría que se trata de dos países distintos, sin embargo no, es el mismo país y el mismo sometimiento.
Es excelente la cinematografía de todo el film. Hay escenas que conmueven con la belleza ascética del convento.
Creo que es una película digna de ser vista por todo aquel amante del cine. No se va a arrepentir.
Diez puntos para "Más allá de las colinas".


domingo, 6 de octubre de 2013

Contratiempo (Bad timing) (Nicolas Roeg, 1980)

En los años 70's, Nicolas Roeg se hizo muy famoso gracias a su película "Venecia rojo shocking", donde ponía a Julie Christie y Donald Sutherland a navegar por el laberinto de puentes y canales de Venecia, en busca de un asesino. Pero "Contratiempo", filmada solo siete años más tarde, pasó desapercibida por la crítica y los fans.
Sin embargo, la estructura de "Contratiempo" es tan o más compleja que la de "Venecia rojo shocking", claro que sin enano.
El film comienza con la sensual Milena (Theresa Russell) siendo transportada en una ambulancia al hospital a causa de una sobredosis de pastillas. La acompaña quien se declara, "sólo un amigo", el Dr. Alex Linden (Art Garfunkel, sí, el mismo de Simon & Garfunkel).
Desde este momento en adelante, la película va a avanzar y rebobinar muchísimas veces, para devolvernos escenas de la relación entre Theresa Russell y Art Garfunkel.
Vamos a conocer a ritmo de cuentagotas, los vericuetos del laberinto de sus encuentros y desencuentos. Theresa Russell, una mujer joven, divorciada de un marido eslovaco (el magnífico Denholm Elliott), no se entiende muy bien porqué, que se siente atraída por este profesor de psicología estadounidense.
Todo esto, no lo dije antes, sucede en las calles de Viena, pero no hay valses. Solo unos empujones para aquí y para allá, hasta que aparece el detective que sospecha de la culpabilidad de Art Garfunkel. El detective es un jovencísimo Harvey Keitel.
Y este personaje es el que va a llevar los hilos de la investigación, en la narrativa y en la acción de los recuerdos para que sincronicen con los hechos.
En fin, que uno no puede soltarse así nomás de la trama, porque cautiva y seduce.
Del principio al fin filmada con la seriedad que Nicolas Roeg impuso a sus películas. La fotografía es todo un acierto. El uso de colores sobre-cargados condimenta la escena de tensiones adicionales.
Para no perderse un segundo de la acción. Recomiendo que la vean tranquilos y relajados para poder disfrutar en todo su trama excepcional.
Vayan 8 puntos sobre diez para "Contratiempo".

El sol del membrillo (Víctor Erice, 1992)

"El sol del membrillo" es un documental sobre la realización de un cuadro.
"El sol del membrillo" es un pseudo-documental filmado durante la realización de un cuadro, con anécdotas y situaciones marginales.
"El sol del membrillo" es una película de ficción donde se filma lo que realmente el pintor Antonio López quiere llegar a plasmar del sol brillando entre los frutos del membrillo durante el otoño de ese año.
En "El sol del membrillo", se muestran todos los pasos que sigue el pintor Antonio López para trasladar a su pintura la magia de este árbol en su madurez otoñal.
Como lo protege de las lluvias y los temporales para que no caigan los frutos, cómo toma medidas de control para asegurarse tener la misma exacta perspectiva.
En una visita al árbol Antonio López declara que no es lo mismo trabajar con una fotografía que usar al modelo en vivo, al arbolito que está allí en su patio, mostrando su belleza y los fantásticos colores de sus hojas y sus frutos.
Pero, ¿es o no es un documental?.
Sabemos que Víctor Erice trabajó en complicidad con Antonio López para filmar esta, su obra mayor. Que adoptó los mismos criterios de control para asegurarse que tendría siempre la misma perspectiva de sus personajes, el pintor y el árbol.
En una de las últimas escenas, el trípode de la cámara reemplaza las piernas del artista.
En una exuberante obra de arte, que despliega belleza, calma y reflexión, Víctor Erice muestra mucho sin decirlo, sin siquiera sugerirlo, simplemente con estar ahí filmando.
No es una película de acción. No, si es eso lo que buscan ni se les ocurra ver esta película. Es un film para disfrutar con el corazón y los ojos.
Aunque el mismo director sugiere que también su obra quedará inacabada, los frutos del membrillo se reparten entre los que visitan la casa. Hay unos albañiles polacos o rusos o algo así, que están trabajando en la planta alta de la casa, que se reparten uno de los membrillos en su comida. Hay algo ahí.
También en los otros personajes que comparten el caserón. Hasta en el perro que nunca entra en la casa.
Para los que amamos el cine es un film para quedarse absorto, dejando que las imagenes paseen por nuestras mentes como por cuartos vacíos, buscando un lugar donde quedarse quietitas, un rincón donde guarecerse de los delitos diarios.
Diez puntos sobre diez para esta magnífica realización de Víctor Erice.