Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

martes, 30 de julio de 2013

El escándalo de Larry Flynt (The People vs. Larry Flynt) (Milos Forman, 1996)

Milos Forman nació en la república Checa, pero sus padres murieron en un campo de concentración, haciéndolo huérfano a muy tierna edad .
Estudió cine en Praga y allí filmó sus primeras comedias de un estilo muy particular. En la primavera de 1968, las tropas rusas invadieron la entonces Checoslovaquia para devolverla al seno de la comunidad soviética de donde los liberales checos con Dubcek habían intentado escapar. Pero Milos Forman sí escapó y se radicó en Estados Unidos.
Muy pocos años más tarde logró notoriedad junto a Jack Nicholson por su adaptación de la novela "Alguien voló sobre el nido del cuco".
Como es sabido los cucos no construyen nidos y si alguien vuela sobre el nido de un cuco es porque está fuera de su sano juicio.
Milos Forman sabía muy bien lo que hacía. Con esta película en 1975, logró que mucha gente recordara lo que era la libertad y también que muchos entendieran como se las arreglaba el sistema para sacar de circulación a los que intentaban caminar por ideas distintas. El personaje de la enfermera personificado por una inolvidable Louise Fletcher, pasó a ser sinónimo de todos los represores que habitan este planeta, en todas las sociedades y que hacen lo que hacen por poner sus almas al servicio del poder.
Pero Milos Forman no se quedó ahí y continuó golpeando a la sociedad película tras película.
"Hair" sobre el famoso musical. "Ragtime" sobre los problemas raciales en el 1900 en los Estados Unidos. "Amadeus" sobre la hipocresía de un mediocre que quiere apoderarse de la gloria de un genio y se vale de los medios que la sociedad le pone al alcance. Siempre los Salieris tienen medios preparados por nuestra sociedad para opacar a la gente brillante.
"Valmont" sobre la remanida novela de Choderlos de Laclos que un año antes había sido resucitada por Stephen Frears con las memorables actuaciones de Glenn Close, John Malkovich y Michelle Pfeiffer. Quizás esa haya sido la razón por la que su versión haya sido premiada solamente por los franceses. Pero no olvidemos que su objetivo es demostrar como la hipocresía puesta al servicio del poder destruye a la gente, aunque se hable de la sociedad francesa antes de la revolución.
Y al año siguiente llegamos al objeto de esta crónica: "El escándalo de Larry Flynt".
Probablemente una de las películas más problemáticas y emblemáticas que haya visto.
Larry Flynt publica una revista tipo Playboy pero en la que además desliza comentarios y sátiras contra la hipocresía de la mediocre sociedad estadounidense. Es inevitable que esta sociedad reaccione y actúe como éllos saben hacer muy bien.
Todas estas sociedades de moralinas y buenas costumbres son lo mismo en todos los países. Viven sus miserias sobre el sufrimiento de los demás y se horrorizan cuando se atacan los ideales de las buenas familias. Claro es que la solución no es tan fácil, porque Larry Flynt se ampara en la tan conocida libertad de expresión.
Hoy, el país del norte ya olvidó que en algún momento fue el adalid de las libertades individuales. Hoy solo les quedan los campos de concentración montados en otros países porque no es legal torturar dentro del territorio americano y los vuelos no tripulados para matar poblaciones civiles sobre los países que no les son afines.
Lo mismo hacen estas sociedades religiosas y de buenas costumbres. Contratan un matón para que asesine a Larry Flynt. Y en parte logran su objetivo, porque queda paralizado de la cintura para abajo. Ya no puede caminar, no puede hacer el amor con su mujer y  nunca podrán tener hijos.
El precio de hacer frente a este tipo de gente es que pueden llegar a cualquier crueldad con tal de lograr sus objetivos. Como están amparados dentro de su propaganda de buenas costumbres, pueden hacer lo que quieran que nadie les va a llamar la atención. Es igual en todo el mundo.
Pero a personas como Larry Flynt, que no les perdona lo que han hecho ni sus hipocresías, le sale muy caro y le duele hasta las entrañas. Aunque al final, hasta la Suprema Corte haya tenido que fallar en favor de las libertades individuales, Larry Flynt no se detiene porque además tiene el dinero suficiente para seguir haciéndo frente a esta gente miserable.
Todas estas opiniones personales no son más que lo que se desprende de esta magnífica película de Milos Forman.
A través de un poco más de dos horas, vamos viendo como Larry Flynt (Woody Harrelson) vuelve a ser golpeado y como vuelve a levantarse. Escuchamos las magníficas apelaciones de su abogado, un increíble Edward Norton. Y conocemos la increíble personalidad de su mujer Althea, en la magnífica actuación de Courtney Love quien demostró ser mucho más que la pareja de Kurt Cobain en esta película.
Todos los aspectos técnicos están muy cuidados y no se pierde ni por un minuto la atención sobre una trama que podría haber sido un poco ingrata si hubiera sido otro realizador el que la llevara a cabo.
Todos aquellos para los que la libertad aún signifique algo debieran ver obligatoriamente esta película para entender de qué estamos hablando cuando nos referimos a libertad.
Lamentablemente 17 años más tarde, Estados Unidos está cada vez más lejos de estos ideales. Se perdieron entre guerras y terroristas y cayeron en manos de especuladores inescrupulosos que hasta se quedaron con las casas de sus habitantes.
Sin embargo la película ahí está, sigue estando presente.
Demás está decir que mi calificación es de 10 sobre 10 puntos.

viernes, 19 de julio de 2013

La casa de las dagas voladoras (Zhang Yimou, 2004) 🌟🌟🌟🌟🌟

Si uno no supiera que Zhang Yimou es uno de los dos directores más creativos y artísticos de China (el otro es Ang Lee), el nombre de esta película no la ayudaría para nada.
Más parece una película al servicio de las artes marciales de Bruce Lee que una leyenda medieval china. Y sin embargo es una hermosa leyenda medieval china, con todos los recursos de esa cinematografía puestos al servicio de la creación de una obra de arte.
Como en "La maldición de los crisantemos", Yimou Zhang describe una sociedad en plena decadencia, donde una sociedad, la de las dagas voladoras, se encarga de robar a los ricos para dar a los pobres. Y los tres personajes se ven envueltos en una tragedia que podría muy bien haber sido escrita por nuestro bien conocido Shakespeare.
Para deleite del espectador, los paisajes son maravillosos, con colores que parecen haber sido recién pintados para la película. Bosques y montañas de ensueño. Y por el otro lado, la cuota necesaria de duelos con todo tipo de arma conocida o desconocida, con vuelos sobre los árboles y ese tipo de magia que aprendimos a conocer cuando Ang Lee presentó los misterios del cine de Hong-Kong al gran público con "El tigre y el dragón".
En esta película los contrincantes vuelan sobre bosques de bambú y las mismas cañas de bambú son utilizadas como armas letales.
El título, proviene del arte de utilizar las dagas como misiles autodirigidos que jamás yerran su objetivo, esto es una especialidad de esta secta denominada de "las dagas voladoras".
No hay lugar para que uno se aburra ni un solo minuto. La acción es continua y la trama se mantiene a fuerza de develar cambios en los protagonistas.
Ya hablé de la fotografía, es maravillosa. La actuación es espectacular. Es tan difícil como ser un Fred Astaire el actuar y al mismo tiempo dominar los movimientos de estas artes marciales con una perfección que parece escapada de un ballet.
La música es como en otras películas, de Shigeru Umebayashi y la canción principal es interpretada por la maravillosa voz de Kathleen Battle:
Amantes por Kathleen Battle
10 puntos para "La casa de las dagas voladoras". No imagino que pueda llegar a aburrir a alguien.

Nubes pasajeras (Kauas pilvet karkaavat) (Aki Kaurismaki, 1996)

Lo primero que llama la atención del despojado estilo fílmico de Aki Kaurismäki, es la música finesa que suena como fondo. Son tangos. Pero no tangos argentinos sino tangos fineses. Es sorprendente que dos países con orígenes tan distintos y sin conexiones aparentes, compartan el mismo estilo de música.
Luego de esta acotación que es importante para este blog, ya que prometí volcar aquí lo que me sorprendiera del cine, vuelvo a "Nubes pasajeras".
Si bien nuestras idiosincracias son tan distintas, los problemas que Kaurismäki plantea en su película son afines a toda la humanidad.
Una sociedad empobrecida, donde las "cadenas" compran restaurantes y dejan a la gente que allí trabaja en la calle y, ya en 1996, lo único que les queda es recurrir al seguro de desempleo, por el que sienten vergüenza, pensando que pronto conseguirán otro trabajo.
Para la pareja protagonista, una familia de clase media baja, que vive exclusivamente de su trabajo, perderlo es casi el fin de todo. Los objetos adquiridos a crédito, el juego de sillones, el televisor, les son confiscados. Si recurren a agencias de trabajo, les quitan los pocos ahorros que tienen.
Pero en el estilo de Kaurismäki no entra la auto-compasión, así que lo que hacen es emborracharse a punto de quedar inconscientes y luego siguen adelante intentando otra solución y otra y otra y otra.
Como la frase que dice, "Dios aprieta pero no ahoga", Kaurismäki-Dios termina dándoles una salida y con eso justifica el título de la película, "Nubes pasajeras".
Por supuesto que no era su intención dejar morir a nadie, pero es bastante cruel en su descripción de esa sociedad que rodea a los personajes, parasitada por bancos, financieras, cadenas de negocios monopólicas y sus lacayos matones. Y todo esto, que asola a nuestro mundo en nuestros días, ya está perfectamente definido por Kaurismäki en esta película de, a ver, de 1996.
Tuvieron que pasar 17 años para que viéramos que no era un cuento lo que allí se decía.
Un ejemplo, la dueña del restaurant donde trabaja la protagonista (poner el nombre de los actores no ayuda en nada, la cara que vemos en la foto es la de Ilona, personificada por Kati Outinen), le cuenta que el banco canceló todos los préstamos y las hipotecas fueron compradas por esta "cadena", de la que es gerente, oh casualidad, el que era gerente del banco. De este modo la "cadena" se quedó con el restaurant, del que en un momento se dice, era el mejor restaurant de la ciudad.
No queda mucho más para decir, salvo tratar de definir el estilo de Kaurismäki, donde los actores parecen vivir huyendo y con las mismas caras de espanto reprimido que Edvard Munch pintara en sus cuadros.
La violencia no es disimulada, pero tampoco utilizada para provocar sensaciones. Todo muy frío, muy finés, muy de pueblo acosado en el que solo sobreviven los buenos sentimientos entre la gente. No hay un lugar para ningún dios en esta película, solo para seres humanos y un perro.
Mi calificación es un 8. No es el súper espectáculo, pero es fácil de ver y casi, casi, agradable.


lunes, 15 de julio de 2013

Antes de medianoche (Richard Linklater, 2013)

Ni bien supe que había una tercer película hecha por este trío excepcional que forman Richard Linklater, como director y Julie Delpy y Ethan Hawk como actores y los tres como guionistas, ya estuve listo para ir al cine a verla.
Suele suceder que cuando se tienen tantas expectativas se abre la puerta a la decepción. Pues bien, en este caso no fue así. "Antes de medianoche" es todo lo que uno espera y aún encima asombra con lo que no se espera.
Los diálogos, que son el andamiaje de toda la película, son espectaculares e inteligentes, como cabía esperar de éllos.
Si bien está filmada en Grecia, en algún lugar en el sur de la península del Peloponeso, no se hace un uso desmesurado de los escenarios. Es Grecia, sí, a nadie que haya estado alguna vez allí le puede caber la menor duda, pero no es la fotografía de ese increíble mar lo más importante de la película.
Lo más importante sigue siendo el devenir de dos seres humanos, dignos representantes cada cual de su sexo y las eternas discusiones acerca de los roles, las sumisiones, los derechos y las emociones.
Quien vaya esperando encontrar respuesta a alguno de estos temas se va a frustrar, porque la intención ha sido siempre, en las tres películas, dejar estos temas expuestos con la mayor honestidad posible y no intentar resolverlos
Hay una novedad con respecto a las dos primeras películas y es la inclusión de otros personajes, que es muy oportuna porque contribuye a enriquecer el objeto de los planteamientos. Es un extraordinario grupo de actores griegos que lejos de los pintoresquismos habituales hablan de sus vidas como si realmente fueran a salir de la pantalla. Apenas si hay una mención a la crisis económica.
Entonces, además de la brillante Julie Delpy y del simpatiquísimo Ethan Hawk tenemos: el sur del Peloponeso, un grupo de actores griegos de primera, la dirección perfecta y siempre novedosa de Richard Linklater y, en un párrafo aparte, la música.
Aquí tienen una muestra:
Haris Alexiou - Gia Ena Tango
Para mí, merece un 9 sobre 10 puntos. Les aseguro que no se van a decepcionar cuando la vean

miércoles, 10 de julio de 2013

La Ciudad de tu Destino Final (James Ivory, 2009)

"La Ciudad de tu Destino Final" es hasta ahora la última película de este genio californiano vuelto inglés del cine. Y probablemente lo sea porque en el camino han quedado su mujer, Ruth Prawer Jhabvala, responsable de los guiones de sus películas, habitualmente adaptación de grandes novelas e Ismail Merchant, productor en conjunto con él de todas sus películas.
Vaya a saber qué vuelta del destino les hizo hacer que la novela de Peter Cameron fuera la elegida para ser llevada a la pantalla. Solamente el título encierra todo un enigma filosófico.
¿Cuál es el lugar donde vas a elegir vivir finalmente?: en el caso de esta novela el lugar es "Ocho Ríos", una estancia uruguaya al borde del Río de la Plata.
Para poder absorver parte del espíritu del lugar, el campo, los gauchos, el asado, Ivory traslada todo su equipo de filmación a la República Argentina y se afinca en una hermosa estancia de la ribera rioplatense. Es allí donde sus marionetas van a tomar cuerpo y alma en los grandes actores elegidos para llevar adelante el drama.
Es imposible comenzar sin mencionar a Anthony Hopkins, habitué de las películas de Ivory. Aunque probablemente haya tenido más suceso por encarnar a un asesino terrorífico, las películas que lo catapultaron al pedestal de la fama fueron "La mansión Howard" y "Lo que queda del día", ambas de James Ivory.
Omar Metwally debe su nombre a su padre egipcio, pero es estadounidense de nacimiento. Omar es quien encarna a Omar Razaghi, el profesor de literatura entusiasmado en escribir su tesis sobre un escritor que murió en "Ocho Ríos".
Alexandra Maria Lara, importantísima actriz alemana a quien hemos visto en increíble cantidad de películas es quien personifica a la manipuladora Deirdre, la novia de Omar.
En "Ocho Ríos" conviven la esposa del escritor encarnada por Laura Linney y la amante del escritor, Arden, mi admirada Charlotte Gainsbourg quien desde la inocente "Jane Eyre" de Zeffirelli hasta la alienada esposa de "Anticristo" de Von Trier ha demostrado ser una de las actrices más importantes de la actualidad.
Otra de las mujeres en "Ocho Ríos" es Mrs. Van Euwen, quien conoce santos y milagros de toda la población y a quien encarna con inefable simpatía y persuasión, Norma Aleandro.
Y por último Pete, el amante japonés de Anthony Hopkins, un descubrimiento de esta película, el gran actor japonés Hiroyuki Sanada.
Nombrando a los actores y a la novela que inspira el film, normalmente se puede evaluar un 50% de las películas de Ivory. En el 50% restante está la música.
En este caso no participa el habitual Richard Robbins, sino que la música está a cargo del cantautor uruguayo Jorge Drexler quien ya había deslumbrado al mundo con la canción final de "Diarios de motocicleta".
El tema principal se denomina "El museo de las distancias rotas" y el título es casi un homónimo del de la novela.
Jorge Drexler
Esta película consiguió hacer vibrar las cuerdas más íntimas de mi alma, probablemente por aquello de "tu destino final" o porque Ivory haya elegido mi país para filmar su última película.
Todavía espero que Ivory encuentre un nuevo hermano productor y alguien que pueda escribir para él un nuevo guión maravilloso para volver a disfrutar de una gran película.
Diez puntos para "La Ciudad de tu Destino Final".


El Santo Oficio (Arturo Ripstein, 1974)

Si hay un director calificado en Latinoamérica para hacer una película sobre el holocausto que la Iglesia Católica llevó adelante a través del Santo Oficio en el siglo XVI, ese director es Arturo Ripstein.
Habituado como está a desmenuzar, casi a viviseccionar los conflictos del ser humano hasta sus mínimos detalles, solo él podía realizar la gran película que el tema merece.
Como he dicho en otras oportunidades, la iglesia católica no perdió una guerra, sino hoy nombrar al gobierno de los papas sería sinónimo de horribles matanzas, torturas y apropiación de bienes tal como ha quedado el gobierno de Hitler grabado a fuego en el inconsciente popular.
Basado en el guión elaborado en colaboración con José Emilio Pacheco, Ripstein describe como un sacerdote dominico que asiste al funeral de su padre se entera por primera vez que su familia judía conversa sigue en secreto los ritos judíos. El seguir los ritos judíos es suficiente para que la Santa Inquisición, en este caso la sucursal mexicana, secuestre, torture e incaute los bienes de la familia. Solo hace falta una denuncia y quien es el denunciante sino el propio hijo, sacerdote dominico.
De allí en más se desata una tormenta de insultos y menosprecio hacia nuestra raza humana que solo el propio ser humano es capaz de llevar a cabo. En este caso, todas las atrocidades son causadas por la propagación de una peste, que para los obispos y cardenales de la iglesia católica es un claro indicio de la maldad de los judíos. Son los judíos quienes han causado la peste, por lo tanto hay que exterminarlos y quedarse con sus bienes.
Como todos los filmes de Arturo Ripstein, es imposible dejar de ver "El Santo Oficio" porque atrapa desde un principio, aunque el sabor sea tan amargo profese el espectador la religión que profese.
Todos los detalles técnicos son perfectos, la iluminación, la fotografía, los actores, la música. Nadie puede dudar que estamos asistiendo en persona a un pedazo de nuestra historia.
Voy a calificar con 8 puntos a la película, porque el tema es tan triste que no puede ser contemplado con felicidad, ni tan siquiera con ternura.

viernes, 5 de julio de 2013

Basquiat (Julian Schnabel, 1996)

Cuando se elige la figura de un artista reconocido mundialmente para personaje de una película, se debe estar muy seguro de poder transportar su vida, pensamiento y alma al cine. No se trata solamente de sus obras, porque esas son de interpretación libre para los espectadores, sino del sentido que se le quiere dar a la película donde se refleje su vida.
Julian Schnabel no es un improvisado en el cine, lo ha demostrado con obras tales como "Antes que anochezca" sobre la vida del poeta cubano Reinaldo Arenas o "La escafandra y la mariposa" sobre el parapléjico editor de la revista Elle, Jean-Dominique Bauby.
Y no lo era tampoco en 1996 cuando hizo esta película, probablemente la más comprometida de su carrera, sobre el pintor estadounidense Jean-Michel Basquiat, hijo de padre haitiano y de madre portorriqueña, quien en un meteórico ascenso logró ser considerado en un año una de las figuras más importantes de la plástica en New York, junto a Andy Warhol.
No estoy hablando de las imagenes con las que se va a ilustrar la película, porque esas son relativamente fáciles de crear, sino del alma del artista. Su particular manera de ver el mundo y su característica desaprensión de los clichés y las poses de intención.
Hay un reportaje en la película, donde el periodista es el gran Christopher Walken, donde le pregunta si se considera un "black painter" y Basquiat le contesta con otra pregunta, si él se considera un "white writer".
Algo que lo ayudó en gran medida fue la elección de Jeffrey Wright para personificar a Jean-Michel Basquiat. Jeffrey Wright tiene la enorme ductilidad que solo los seres inmensos de corazón pueden demostrar. Es a veces un pequeño gesto o movimiento de su cuerpo lo que nos transmite cantidades enormes de información sobre lo que el personaje que le tocó jugar está viviendo. Es un inmenso actor que ha demostrado siempre que le han ofrecido papeles cargados de significados, su capacidad para transmitirlos y hacerlos reales.
También están en el film, Benicio del Toro, impagable en su papel, David Bowie trasvestido de Andy Warhol a la perfección, al fin y al cabo Warhol fue todo un personaje y Gary Oldman, quien se mete en la piel de un pintor inexistente, Albert Milo, que vendría a ser más o menos el alter ego del director, amigo y colega de Basquiat..
Como no le fue permitido utilizar los originales de Basquiat, el mismo Julian Schnabel fue quien pintó todas las reproducciones.
La banda de sonido de la película es otro hallazgo, con interpretaciones de los irlandeses The Pogues, Van Morrison, Tom Waits, John Cale y obviamente de David Bowie.
Trailer de Basquiat
Mi calificación es de 9 puntos para una película que no deja que el espectador pierda el interés en ningún momento y que es un rendido homenaje a la vida de este importante pintor que murió cuando apenas tenía 28 años.

lunes, 1 de julio de 2013

Días del cielo (Terrence Malick, 1978)

Terrence Malick aparece en mi consideración cuando le otorgan en el Festival de Cannes la Palma de Oro por la película "El árbol de la vida". Ahí descubro que yo ya había visto otra película dirigida por él que era una extraña versión antidisney de "Pocahontas" que se llamó "Nuevo mundo".
Si han visto "El árbol de la vida" y se han quedado en el aire preguntándose y ¿de qué juega esto?, ¿qué hago yo ahora?, vean "Nuevo mundo" y van a ver como un doctor en filosofía vuelto director de cine enfoca el choque de dos culturas, los peregrinos y los habitantes de nuestro continente. Nada que ver con la versión de dibujitos que, aunque con mucha vergüenza y de costadito, ya mostraba el núcleo del problema.
Terrence Malick filma "Nuevo mundo" en el 2005 y hay que esperar seis años, al 2011 para que revele "El árbol de la vida".
Anteriormente, en 1998 había entregado "La delgada línea roja" que tuvo el grave problema de ser confundida como otra película más de guerra al ser estrenada simultáneamente con "Rescatando al soldado Ryan" de Spielberg. Es una deuda que aún tengo para con Terrence Malick.
Pero 20 años antes, sí, 20 años antes, ya había filmado "Días del cielo", también sobre un guión propio y también en esa oportunidad se había llevado del Festival de Cannes el premio al mejor director.
No cabe la menor duda ya, de su trayectoria y de que estamos hablando de un importante director de filmes de autor.
"Días del cielo" es un melodrama ambientado a fines del siglo XIX en una granja del medio oeste estadounidense en las praderas donde se cultiva el trigo y pacen los bisontes.
Una parejita encarnada por Richard Gere y Brooke Adams (qué habrá sido de Brooke Adams, pocas veces he visto un rostro tan expresivo y hermoso) viaja trabajando en lo que encuentran y caen en esta granja donde están reclutando mano de obra para cosechar el trigo.
No dicen que son pareja sino que se presentan como hermanos. El dueño de la granja se enamora de élla y bueno, ya está encendida la hoguera de la historia.
Este romance, que en manos de otros directores podría haber sido un best-seller de amor, sexo y violencia, se transforma en una obra de arte en manos de Malick. ¿Porqué?.
Antes que nada, contrata a Néstor Almendros (el fotográfo de Carlos Saura) reconocido ya mundialmente y a Ennio Morricone para que se encargue de la banda sonora.
Pero lo que es formidable, es la forma en que administra los tiempos. Dando lugar a escenas de una increíble belleza, no postales digo, sino belleza que va más allá de la imagen, que se meten imperceptiblemente con nuestras emociones. Esto en los silencios de la acción. Toda la película está llena de escenas así. Hasta durante una persecución se da el gusto de incluir la presencia de una garza mirando la puesta del sol.
Esta es la razón por la que esta película, ignorada durante años por un pueblo que adora las peleas violentas pero que es incapaz de reconocer lo artístico si alguien no se los dice previamente, ha quedado relegada en la historia del cine.
Intenten conseguirla y verla, van a quedar pasmados por la hermosura de esta película.
Brooke Adams y Richard Gere
Sobre 10 puntos vayan 9 para "Días del cielo".