Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

domingo, 9 de marzo de 2014

El hombre sin pasado (Aki Kaurismaki, 2002)

El cine de Aki Kaurismaki es un cine extraño. Las historias que cuenta son sencillas, los actores tienen caras raras y los personajes casi siempre son marginados de la sociedad finlandesa. "El hombre sin pasado" no es la excepción.
Cuenta la historia de un hombre que, no sabemos porqué ni para qué, llega en tren a Helsinki y esperando que amanezca se sienta en un banco en el parque. Mientras duerme, tres maleantes lo golpean en la cabeza y todo el cuerpo con un bate de beisbol, le roban el dinero y arrojan la billetera con sus documentos en un cesto de basura.
Cuando recupera el sentido, arrastrándose entra en el baño de la estación sangrando y cae desvanecido. El encargado de los baños llama a una ambulancia.
Y aquí empieza la historia de un hombre sin pasado. Totalmente amnésico, no recuerda siquiera su nombre. Sin dinero y desamparado es recogido por un matrimonio de marginales que viven en un container en el puerto. Lo cuidan hasta que está curado. Y aquí empieza su lenta recuperación. Al no conocer su nombre no puede aspirar a anotarse en la bolsa de trabajo, ni a abrir una cuenta en el banco, requisito para que una fábrica lo tome.
Haciendo caso omiso de la angustia y paranoia que un caso así despertaría en un film de Hollywood, Aki Kaurismaki se limita a observar como su personaje se va haciendo un lugar dentro de la marginación en la que vive.
Hermosa y simple historia de seres humanos que sólo disponen de sí mismos para vivir su vida.
Hay un romance, seco y sencillo, con una trabajadora del Ejército de Salvación, que es quien lo ayuda consiguiéndole trabajo en el Ejército.
Markku Peltola es quien personifica a "N" el hombre sin pasado y Kati Outinen a Irma, la trabajadora del Ejército de Salvación. Esta actuación le valió a Kati Outinen el premio a la mejor actriz en el festival de Cannes.
También tenemos a Tähti, una hermosa border collie quien se hace cargo del personaje de Hannibal, aunque luego se sabe que en realidad es una perra y no un perro.
La actuación de todos los intérpretes es soberbia, sencilla y sin grandes dramatizaciones, perfectamente adaptada al film. Si no fuera porque la historia es trágica, casi podríamos decir que estamos viendo una comedia.
Dos momentos de la película.
Nueve puntos sobre diez es mi calificación de esta joyita del cine finlandés.

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