Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

jueves, 26 de diciembre de 2013

Si la semilla no muere (Daca bobul no moare) (Sinisa Dragin, 2010)

El director nacido en Serbia, Sinisa Dragin, escribe y realiza este film que se mueve entre las márgenes del río Danubio, de Serbia a Rumania, de Rumania a Kosovo.
Narra las historias de dos padres en busca de sus hijos. Uno de origen serbio que va a Rumania a buscar el cadáver de su hijo fallecido en un accidente automovilístico y el otro, rumano, que busca a su hija desaparecida, estudiante en Bucarest.
El botero que los cruza les cuenta la historia de una iglesia, sumergida en el río, de la que se oyen las campanas cada tanto. Era una antigua iglesia ortodoxa de madera que como el emperador austro-húngaro tenía prohibido a los rumanos construir iglesias ortodoxas, compraron una y en la primavera de 1778, comenzaron a moverla.
La poética de esta película es de tanto nivel que el alma se queda azorada con las imágenes y situaciones que atraviesan la pantalla. Recupera lo mejor del cine de Kusturica, que es mezclar con humor hechos inverosímiles con la realidad descarnada de lo que está sucediendo.
La fotografía es de primer nivel y las escenas filmadas en el río despliegan una hermosura tal que el espectador queda embobado.
Pero las historias son crueles y muestran el tráfico humano a través de las fronteras trazadas arbitrariamente por los poderes políticos de turno.
En Kosovo, se muestra a los estadounidenses de las fuerzas armadas de la ONU en un burdel regenteado por un matón sin corazón. Para llegar a Kosovo, dos de los personajes cruzan la frontera vestidos de cura, pero claro, son descubiertos y llevados presos.
Los desenlaces son tristes, con muertes, pero como se lee en la pantalla, "En verdad os digo que si la semilla del grano no cae en la tierra y muere, no es más que una semilla; pero si muere, producirá una abundante cosecha." Juan, 12:24.
El espectador va a agradecer esta recomendación. "Si la semilla no muere" es una brillante realización que hechiza el alma y los sentidos.
Trailer
Diez puntos para este film serbio- rumano de Sinisa Dragin.

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