Bienvenido a mi mundo

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gracias por la imagen a Germán Banchio

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Los pájaros de Baden-Baden (Mario Camus, 1975)

Respeto a Mario Camus como realizador por los trabajos que ha aportado al cine universal.
Desde la magistral "Los Santos Inocentes" con la cual obtuviera el primer premio en el festival de Cannes (un recuerdo para Francisco Rabal), hasta "La colmena", la genial trasposición al cine de la novela de Camilo José Cela sobre los duros años del franquismo en Madrid en la que José Sacristán, Ana Belén, Charo López, Victoria Abril, José Luis López Vázquez y tantos más quedan grabados para siempre en la historia del cine español.
Llevó a la televisión la inmortal novela de Benito Pérez Galdós, "Fortunata y Jacinta". Quienes la hayan visto no podrán borrar de su memoria algunas de las imágenes. Y hasta se atrevió con Arturo Barea y su "Forja de un rebelde".
"Los pájaros de Baden-Baden" es anterior a todas estas obras fundamentales. Cuando recién comienza uno piensa que la adaptación de la novela corta de Ignacio Aldecoa apunta a una comedia de enredos de verano. Inclusive la música intenta convencer al espectador que sólo de eso se trata.
Sin embargo a medida que la película va avanzando uno empieza a creer que estamos viendo un melodrama agradable sobre un romance de verano.
Pero hete aquí, que lo que la trama va desovillando nos va tirando hacia otro tipo de situaciones.
Para hacer esta película, Mario Camus se apoya en la presencia carismática de Catherine Spaak y Frederic de Pasquale. La modelo belga y el actor francés se apoderan de tal modo de la imagen que es imposible ver algo más.
Además, como de costumbre, la banda de sonido de Antón García Abril, fiel compañero en todas sus obras posteriores, nos va comprometiendo los sentidos.
Es muy importante también la actuación del chico, José Luis Alonso, que con su rostro aporta mucha más información sobre el drama que lo que los diálogos dejan percibir.
No voy a contar el final porque sería un traidor a la causa cinematográfica, pero creo que sólo al final, el espectador va a alcanzar a comprender la grandeza espiritual de "Los pájaros de Baden-Baden".
Sin ser una de sus películas mayores, es un film muy agradable de ver y de fácil lectura.
Siete puntos sobre diez para "Los pájaros de Baden-Baden".

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